Paraguay sobrepasado, en la edición del jueves

Este artículo tiene 11 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

Año 1868, el Paraguay ya había agotado sus recursos y sus posibilidades de reposición eran casi nulas ante el bloqueo de los aliados.

La guerra era cada vez más cercana a los centros poblaciones y en noviembre ya llegaba a Asunción. Ese es el tema del próximo número de Paraguay Reta Rekove, que se lanza el próximo jueves con la edición de ABC Color del día.

Soprepasados - La invasión se vuelve incontenible es el título del octavo número de esta colección de historietas que es coordinada por Jorge Rubiani y Roberto Goiriz. Esta entrega incluye textos de Rubiani, el guión es de Roberto Goiriz y los dibujos son de Kike Olmedo y Goiriz. Los colores son de Claudio Moreno y Gustavo Barrios, mientras que el diseño es de Ariel Goiriz.

“Transcurridos los primeros meses de 1868, habían pasado casi tres años de guerra. No solo faltaba lo necesario para alimentar a los hombres del frente, sino para la gente que en la retaguardia, afanosamente, se empeñaba en cultivar o producir lo que pudiera para la demanda de los soldados”, señala Rubiani.

“Tampoco había lo necesario o suficiente para cubrir también otras emergencias: de alimentos, vestimenta, armas y municiones. Inclusive el papel y la tinta. En tres años de lucha, se había agotado todo... menos la voluntad para el sacrificio y la esperanza por la paz”, manifiesta el arquitecto e historiador.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Rubiani recuerda que a partir de los primeros meses de 1866, la guerra se desarrollaba en territorio paraguayo.

“Frente a la emergencia, oficiales y soldados pudieron apelar a la creatividad y hasta el humor para sobrevivir a las carencias que se imponían en los campamentos y en las trincheras”.

“Pero en la retaguardia, la población indefensa y aún más carente, sufría doblemente por las pérdidas de sus seres queridos y el ataque de las enfermedades, además de la inmensa responsabilidad de alimentar y vestir a los hombres del frente”.

“A medida que avanzaba la guerra y los aliados superaban sucesivamente las defensas de Curupayty, Humaitá y las demás guarniciones de la costa, los combates y el peligro se aproximaban a los centros poblados, envolviendo con su siniestra actividad a mujeres, niños y ancianos”.