Gala de técnica y talento ofreció el Ballet de Praga

El Ballet del Teatro Nacional de Praga deslumbró con una gala de solistas, parejas y un trío en el teatro lírico del Banco Central del Paraguay. Una importante cantidad de público disfrutó de las dos funciones ofrecidas por la agrupación, en las que repasaron varias obras clásicas.

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Nikola Marova y Michal Stipa fueron los encargados de abrir el espectáculo realizado en la noche del jueves, con el pas de deux de “La bella durmiente”, en el cual bailaron en pareja y también tuvieron sus momentos como solistas.

El pas de troisse del primer acto de “El lago de los cisnes” fue luego interpretado por Magdalena Matejkova, Marta Dratiskova y Jonas Dolnik.

Con entusiasmo, el público aplaudió luego a la pareja de Sophie Benoit y Guido Sarno que con gracia y destreza interpretaron el grand pas y pas de deux de “Raymonda”.

Andrea Kramesova y Karel Audy presentaron a su vez el pas de deux de “Diana y Acteon”, antes de dar paso a la suite de “Romeo y Julieta”, que con gran dramatismo fue presentada por Marta Drastikova.

Uno de los números más aplaudidos de la gala llegó tras el intermedio, con Matejkova y Audy interpretando el pas de deux del Cisne Negro de “El lago de los cisnes”. El público ovacionó a la bailarina con los continuos giros, técnicamente conocidos como fouettés, que demanda esta coreografía de Marius Petipa.

Marova y Stipa regresaron a escena para ofrecer el adagio del primer acto de “La bayadera”, mientras que Benoit y Sarno volvieron a recibir el cariño del público con su interpretación del pas de deux de “Esmeralda”, en el cual la intérprete bailó tocando una pandereta.

El telón de fondo se tornó negro para “Return to Strange Land”, una propuesta más contemporánea, del coréografo checo Jiry Kylian.

“La muerte del cisne” fue interpretada con gran calidad por Nikola Marova, mientras que Andrea Kramesova y Ondrej Vinklat deleitaron al público con el número de “Don Quijote”.

Para el gran final, los bailarines intercambiaron sus partenaires demostrando su destreza y talento en diversos pasos, que fueron celebrados por el público.

El ballet, que cuenta con la dirección artística de Petr Zuska, ofreció una puesta sencilla, desprovista de escenografía, donde las luces fueron las encargadas de crear el ambiente para uno de los cuadros. Esto permitió además apreciar a cabalidad la técnica, la flexibilidad y los años de trabajo de cada uno de los bailarines.

Es destacable la sincronización entre luces, sonido y el ingreso a escena de los integrantes del ballet, así como el vestuario utilizado por la compañía.

malonso@abc.com.py

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