Una pluma implacable

Hijo de un tiempo en el que el periodismo era más una trinchera de ideas y conductas que un servicio destinado a la información para la gente, Alón fue un paradigma de esas plumas apasionadas. La de él fue implacable en el combate a la injusticia.

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Esto se ve reflejado en el libro “José de la Cruz Ayala, pensador liberal”, de Claudio Fuentes Armadans, que aparecerá mañana domingo con el ejemplar de nuestro diario, en el marco de la Colección “Personalidades Célebres”, de ABC Color y El Lector. El autor se refiere aquí a su libro y a su biografiado, un joven al que conocían como Alón.

–¿Quién fue José de la Cruz Ayala?

–José de la Cruz Ayala (1863-1892), mejor conocido por su pseudónimo Alón, fue periodista y político liberal de la posguerra del 70. Su pluma era implacable y se convirtió en el referente más importante de la juventud liberal, tanto en vida como posteriormente a su muerte.

–¿Cuál es el origen de su sobrenombre Alón?

–Posiblemente se refiera al sombrero de ala ancha, de moda en aquella época, entre los jóvenes disconformes. Otra versión está relacionada con la voz francesa Allons de la Marsellesa, pero descarto esta última versión.

–¿Qué le caracterizó a Alón durante su vida?

–La principal característica fue su ética personal; no negociaba su pensamiento y su acción política. Fue también el mayor opositor entonces a los hoy famosos “Pactos Azul-grana” entre colorados y liberales. Hoy esa conducta es rara, lastimosamente.

–¿Cómo caracterizó a su trabajo periodístico?

–Su denuncia permanente de las grandes injusticias y contra quienes abusaban del poder en provecho propio. Aunque su pluma era quizás demasiado filosa en los términos del periodismo objetivo de la actualidad: era maniqueísta, algo típico de su época.

–¿El poder lo castigó?

–Se exilió varias veces en Argentina escapando de la persecución; fue también confinado en el Chaco, y en numerosas ocasiones se ha intentado acabar con su vida, como cuando se conspiró para matarlo en 1891, hecho que lo llevaría a su último exilio. Esta vida azarosa afectó su salud y murió tempranamente en 1892 antes de cumplir los 30 años.

–¿Qué consideración tenían de él sus rivales políticos?

–Grandes referentes intelectuales colorados de su época tenían una opinión ampliamente favorable de su persona, de su labor política y periodística: Blas Garay, Manuel Domínguez, Ignacio A. Pane. Otros, Arsenio López Decoud o Ricardo Brugada, lo veían no tan significante o como un periodista que abusaba de la “libertad de prensa”.

–¿Podría decirse que Alón fue el más destacado representante de la combatividad de aquellos años iniciales del Partido Liberal?

–Alón se constituyó en un símbolo de la juventud liberal desde su muerte. Su nombre aglutinó a las juventudes partidarias. En 1945 fue creado el Club Liberal Alón en su homenaje.

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