“Es una gran oportunidad perdida, no solo por el deporte sino en lo social, por lo que significan los Juegos Odesur; un retroceso muy grande para el país, y los que decidieron por la renuncia se tienen que dar cuenta del gran mal y el gran daño que hicieron”, señaló Da Ponte.
“Gastar por el deporte no es una plata perdida, es lo contrario, es una gran inversión, porque deja una infraestructura con la que el deporte puede seguir desarrollando y creciendo”, agregó.
“Siento por los atletas que están haciendo esfuerzo con su preparación para una cita multideportiva en su país. Las esperanzas de muchos se truncan con esta decisión”, finalizó.
Da Ponte participó de los Juegos Olímpicos México 1968 en esgrima (sable) después de consagrarse con Paraguay campeón sudamericano. Asimismo abrió como abanderado el acto oficial del IV Congreso de Odesur en nuestro país en 1998.
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