1. Ninguno de los dos equipos tuvo momentos de dominio marcado que podían hacerlo merecedor de la victoria. El partido fue de mucho estudio y respeto mutuo, por lo que el marcador final se ajusta a lo que expusieron en la cancha los tradicionales rivales del fútbol paraguayo.
2. En gran parte del primer tiempo fue el conjunto azulgrana el que tuvo mayor posesión de la pelota y el que trabajó más en campo del adversario. Sin embargo, le faltó ideas y piezas desequilibrantes para romper el esquema defensivo olimpista y las imprecisiones abundaron.
3. Olimpia llegó al partido en la “Olla” con un planteamiento cauteloso, agrupando bien sus líneas para defenderse de los intentos cerristas. Tuvo momentos en que consiguió salir con fluidez de contragolpe, como en la parte final del primer tiempo y en el arranque de la etapa complementaria.
El árbitro
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Arnaldo Samaniego tuvo un arbitraje que en todo momento trató de mantener la calma en el partido. Tuvo algunos errores de apreciación, como en una entrada fuerte de Rodrigo Rojas contra Nelson Haedo que no sancionó y era pasible de amonestación, pero en líneas generales actuó con experiencia en cada situación que se dio.
La figura
Dentro de un partido que prácticamente no conoció de actuaciones destacadas, el trabajo de Juan Aguilar, volante de Cerro Porteño, fue de lo más regular. Incluso, Aguilar tuvo que corregir o solucionar en varias ocasiones las desatenciones y poca garra por parte de su compañero de zona, Mathías Villasanti. El exaurinegro se consolida en su función.
