La competencia tuvo una definición apasionante. A la última fecha llegaban cuatro equipos con posibilidades de ascender, con Atlético Tembetary como líder.
Al final, Ameliano, su vecino Tacuary y el 29 de Setiembre de Luque terminaron igualados en puntaje, por lo que la diferencia de goles inclinó la balanza a favor de la “V” azulada y en el segundo lugar se quedó el “Tacua”, que también ascendió.
En el 2016, Ameliano disputó un repechaje con el 22 de Setiembre de Encarnación por un lugar en la Intermedia, pero no pudo ganar la serie. Tres años después tuvo su revancha, que fue consagratoria, bajo la orientación técnica de Humberto García.
En señal de agradecimiento y para renovar la fe, los componentes del plantel auriazul, con una óptima preparación física, visitaron a la Virgen de Caacupé, poco antes del inicio de una nueva experiencia, en busca de más logros.
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La dirigencia empieza a activar no solo para la conformación de su grupo de jugadores, que pretende potenciar, sino para buscar un escenario ideal para oficiar de local en la Intermedia, teniendo en cuenta que el estadio José Tomás Silva, tradicionalmente conocido como La Paila, no cuenta con las dimensiones ideales para la competencia que genera exigencias superiores, en todo sentido.