El domingo, Canadá instó al COI a posponer los Juegos por un año, un llamado similar al que hicieron luego otros.
El director del Comité Olímpico canadiense, David Shoemaker, dijo ayer a la AFP que su decisión se basó en la “posición imposible” en que habían quedado los atletas. “Empezamos a oír cómo esto ponía una tremenda presión en nuestros atletas que, francamente, estaban indecisos por mensajes contradictorios”, dijo. “Por un lado para hacer lo que necesitaban para su salud y seguridad y la de sus familias y comunidades, y al mismo tiempo vigilar su entrenamiento y la posibilidad de que los Juegos todavía pudieran celebrarse en julio”.