Prosiguió: “El siempre se sentaba enfrente de la imagen del General Pablo Rojas, en el jardín y miraba nuestro partido. Estaban con el preparador físico, Néstor Kerber y Pedro Fernández, asistente y técnico de la Reserva, que actuaba de árbitro. Una vez, los casados perdíamos uno a cero. Hubo un lateral que yo saqué fuerte, cabeceó Garay (Pedro) y empatamos. Se definió en penales y ganamos”.
Siguió relatando: “Después de eso, yo estaba sentado en un sillón y Valdir, quien por lo visto se fijó en ese lateral mío, se acercó a conversar conmigo. Me preguntó si siempre sacaba así los laterales. Le dije que no, que solo lo hice. Y me dijo que tengo que aprovechar eso. Hay que trabajar con eso porque puede ser una jugada de gol, dijo. Entonces, con Kerber empecé a fortalecer la parte lumbar. Tenía una tarea especial para eso, con la ayuda de un balancín. Empecé a practicar los laterales y a medir la distancia. Rivarola (Catalino) era quien peinaba la pelota en el área rival, junto con el finado César Zabala”.
En ese orden, añadió: “Esa jugada de lateral nos sirvió mucho porque en varios partidos hicimos goles así. El del campeonato del ‘87 contra Libertad, que ganamos uno a cero, con esa jugada vino el gol de Tarciso. Todo es cuestión de practicar. Yo veo que hay jugadores que sacan bien los laterales. Pero no es cosa de un solo día, es un trabajo que hacíamos siempre en las prácticas, desde distinta posición, por la izquierda y por la derecha. En ese partido del ‘87, por el sector de Alcides Barreto (derecha) fue el lateral. Yo crucé para lanzarlo, frente al entonces sector Popular del Defensores. Impulsé la pelota, peinó Rivarola y Tarciso cabeceó marcó el único gol para ese recordado título, que fue histórico, porque llegó después de diez años de sequía”.
Apuntó además: “Siempre estamos en contacto con los compañeros. Formamos una mutual hace un año de exjugadores de Cerro de todas las épocas. Cada año hacemos nuestro festejo para recordar aquel campeonato. Nos reunimos en Villeta, en la casa de Osvaldo Zimnavoda, entre los que estamos todavía, porque algunos ya se han ido. El año pasado, nos dejó Tarciso. Empezamos este año con la partida de Zabala y después se nos fue Valdir Espinoza.
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En su paso por otros clubes, Jacquet fue en el ‘89 al Inter de Porto Alegre. Volvió en el ‘90 para ser campeón con Cerro. En el ‘91 en Belgrano de Córdoba. En el ‘93 pasó al Sport Boys de Perú. Cuando volvió ya fue para cerrar su carrera en Presidente Hayes, en Primera División (94/95)”.