El máximo organismo ha puesto en consideración “una propuesta para flexibilizar temporalmente la Regla 3 a fin de permitir un mayor número de sustituciones a discreción del organizador de la competición en cuestión”. Así, en las competiciones en las que hasta el momento se permiten menos cambios (tres) “se podría dar a cada equipo la posibilidad de utilizar hasta cinco sustituciones, con la opción de que quede una sustitución adicional durante la prórroga, cuando sea pertinente”.
Esta propuesta obedece a la consideración de que el principio fundamental para la FIFA es la salud y que “ningún partido o competición merece arriesgar una sola vida humana, por lo que el fútbol solo debería reanudarse cuando las autoridades sanitarias y los gobiernos digan que es absolutamente seguro y no perjudica a los servicios sanitarios que se prestan a las poblaciones”.
La FIFA entiende que cuando las competiciones vuelvan a la acción es probable que estas se enfrenten a un calendario de partidos congestionado, con una frecuencia de juegos en semanas consecutivas superior a la normal. Una preocupación es que la frecuencia de los partidos puede aumentar el riesgo de posibles lesiones debido a la consiguiente sobrecarga de los jugadores.