Así las cosas, luego de cuatro meses de hegemonía por pandemia, Libertad deberá defender la punta en un campeonato que proseguirá sin el bullicio característico que supone la presencia de hinchas y simpatizantes. Todo en el marco de las medidas sanitarias para evitar el contagio del covid-19. Los protocolos de la APF tienen la corrección y la prevención para resguardar la seguridad sanitaria de los jugadores. Aparentemente así todo en está orden salvo un “detallito”, no previeron o no quisieron: No incluyeron a los reporteros gráficos de los distintos medios de comunicación quienes tienen por oficio y costumbre informar de una manera fantástica con sus excepcionales tomas captadas partido a partido. Un despropósito que confirma la forma sistemática en que la APF suele ningunear a los trabajadores de la prensa gráfica.
Bajo ninguna circunstancia se puede restringir el derecho constitucional (Artículo 26 de la Constitución Nacional) de “la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna (...) en consecuencia, no se dictará ninguna ley (ni disposición) que las imposibilite o las restrinja”. Por otro lado, los fotorreporteros forman parte de los exceptuados desde el día cero de la declaración de cuarentena por parte del Gobierno. Estos han seguido todos los protocolos sanitarios en las diferentes coberturas y han sido quienes han vehiculizado día a día las instancias de la pandemia en imágenes.
¿Qué les hace pensar a los directivos de la APF que fotografiar un partido de fútbol presupondrá necesariamente un riesgo inminente de contagio? Como ejemplo y antecedente volvamos al 10 de marzo de este año, cuando en plena declaración de pandemia el partido entre Olimpia y Defensa y Justicia por la Libertadores en Para Uno fue sin público y en esa ocasión los reporteros gráficos siguieron un protocolo de distanciamiento físico que resultó efectivo. ¿Qué cambió ahora que se olvidaron de incluirlos en la cobertura? ¿Qué es esa idea de que ellos (los de la APF) harán las fotos y las “repartirán a los medios”? ¿Cuándo se ha visto?
En salvaguarda a su derecho de informar la propia Asociación de Reporteros Gráficos del Paraguay, presidido por Claudio Ocampos, ha ensayado una propuesta de protocolo bien definida. De hecho, Fernando Calistro, otro miembro de la directiva ha trabajado en el mismo y entre los socios se le ha dado el nombre coloquial de “Protocolo Olimpia”, porque está basado, con algunas modificaciones hechas luego de consultas con médicos epidemiólogos, en el protocolo utilizado en aquel partido del 10 de marzo.
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Entre otras cosas contempla que el desplazamiento de los fotógrafos (y fotógrafas) debe ser hecho por un área de entrada determinada en cada uno de los estadios por vía separada a la entrada de los equipos en campo, dos horas antes del inicio del partido. También habla de la utilización de tapabocas y el lavado de manos antes de la entrada al campo, en el entretiempo y al término del partido. Asimismo, los fotógrafos (y fotógrafas) no deben circular por delante de los bancos de suplentes. Las posiciones para hacer el trabajo serán por detrás de las placas de publicidad, de las líneas de fondo (entre las banderillas de tiro de córner y los arcos) y dependiendo de la cantidad, utilizar una parte del lateral. Los fotógrafos no pueden posicionares detrás de los arcos y deben permanecer sentados durante todo el tiempo del partido, pudiendo desplazarse solamente en los intervalos y al término del partido. Si desde los propios afectados surge una propuesta que se caracteriza por la sensatez en su planteamiento, ¿qué hay detrás de no permitir que la prensa gráfica del Paraguay cumpla con su derecho y deber? Da para pensar.