A la fecha todavía recordamos la proeza del “campeonissimo” sobre el polvo de ladrillo del Grand Slam parisino. Sobre esa arcilla despachó a grandes del deporte blanco mundial como el Jimmy Connors y Guillermo Vilas, antes de toparse en la final con otro gigante: el sueco Bjorn Borg.
“Nadie puede entrar a discutir el valor que tiene para él y para el deporte del país esto que ha hecho en Francia”, escribía Vicente López Vega, enviado especial de ABC Color a aquel histórico encuentro. Y la frase sigue tan vigente como hace cuarenta y un años, ya que cuatro décadas después, ninguno de los cuatro Grand Slam ha vibrado con otro compatriota en una final (absoluta).
La campaña. El camino hacia aquella histórica final de Pecci comenzó ante el local Francois Jauffret, a quien se impuso por 6-7, 6-4, 7-5 y 6-1. En aquel encuentro comenzó con el pie izquierdo su relación con el público galo, con quien se reconciliaría más adelante, y en quienes encontraría gran apoyo en las instancias finales, según cuentan los reportes de la época.
Su segunda aparición en aquella edición se vio postergada por lluvia, pero pese al contratiempo, Pecci, entonces 30° del mundo, logró superar al checo Peter Slozil, por 6-2, 2-6, 6-3 y 6-4.
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En tercera ronda, despachó al italiano Corrado Barazzutti, cabeza de serie número 15, por 7-5, 6-3 y 7-6.
La sorpresa “Pecci” siguió creciendo en Francia. Sin ser cabeza de serie, tras despedir a Barazzutti, en cuarta ronda dio el golpe ante el estadounidense Harold Salomón, novena raqueta del mundo y sexto preclasificado, a quien barrió por 6-1, 6-4, 6-3, para acceder a los ocho mejores del certamen, superando su actuación de la edición anterior.
El campeón júnior en París en 1973 volvió a dar de qué hablar en la Ciudad de la Luz cuando, ahora con 23 años, sorprendía al argentino Guillermo Vilas, finalista en 1978, en sets corridos, “ante un court central lleno”, recuerdan los diarios.
El compatriota, deportista del Bicentenario en 2011, acaparó nuevamente los elogios del mundo tenístico al eliminar nada menos que a Jimmy Connors, exnúmero uno mundial, segundo favorito y campeón de Grand Slam, por 7-5, 6-4, 5-7, y 6-3. “Pecci me paseó por toda la cancha”, decía tras el partido el estadounidense.
Desde Francia, Pecci paralizó a nuestro país, y ocupaba las principales páginas de los diarios, incluso en un fin de semana del clásico del fútbol entre Olimpia y Cerro Porteño.
En la final, fue determinante la experiencia de Borg, quien no solo defendía el título que logró ante Vilas en el 78, sino que llegó a un récord de cuatro coronas parisinas (que con los años serían seis), al imponerse a Pecci 6-3, 6-1, 6-7, y 6-4, en poco más de tres horas.
