Albañil, vendedor ambulante y múltiple campeón

vmiranda Nacido el 9 de junio de 1990, Pedro Morán es de la Villa Solidaridad 1, del barrio San Miguel de Valle Pucú (Areguá). Su madre es Inocencia, su padrastro Ignacio; sus hermanos Elías, César, Crístofer, Milagros y Sandra. Tiene una hija de cinco años, Alexandra Jazmín.

Se inició en el fútbol de campo a los 15 años, en el 24 de Setiembre, con el que se consagró campeón de la Liga Regional Aregüeña en el 2009 y en el 2014. Sus amigos le pusieron un sobrenombre especial, Kû Remói. Empezó como marcador de punta, luego fue zaguero central y actualmente es centrodelantero, goleador.

Una vida sacrificada. “Fui vendedor de limpiaparabrisas sobre Pettirossi, en el Mercado 4, como dos años. La venta no era de todos los días, no siempre se hace plata, a veces te vas de balde, a veces ganás alguito, es muy sufrido el tema porque llega un momento que no llevás nada a la casa”.

Lo peor, en el arranque. “Como seis, siete años, fui albañil. Allí es donde se sufre, porque te levantás a las 4:00, a las 5:00, dependiendo de la distancia, tenés que preparar tu comida, te matás todo un día por 50.000 o 60.000 guaraníes. Llega el fin de semana para el cobro y no sobra casi nada. En albañilería fue donde más sufrí”.

El recorrido con la pelota. “Empecé en el ‘24’, cuando tenía 15 años, jugué en la selección aregüeña, logré dos títulos en mi club. También estuve en Martín Ledesma de Capiatá, en el 8 de Diciembre de Caacupé y en el 14 de Mayo de Acahay”.

De defensa, a ataque. “Primero fui lateral derecho, después pasé como central, pero como el jugador siempre quiere más, en mi caso quería meter goles. Le dije a mi ‘profe’ (Salvador Medina), para probar en la delantera y le resulté, porque fui goleador del 24 de Setiembre”.

En la arena. “Me metí por invitación de Amado Cortázar (Amadito), a fines del 2012. Antes rechacé dos años, porque no me convencía y en la tercera dije sí. Jugué por Areguá, clasificamos para disputar el Nacional en Encarnación, salimos campeones. Después jugué por Itauguá, por necesidad, por una cuestión económica. La final jugamos justamente contra Areguá, ganamos 9-4, con ocho goles míos. Tengo cuatro títulos a nivel de selección del interior y uno, de este 2014, con 24 de Setiembre”.

La selección. “Debuté contra Brasil, con seis goles y ahí me gané el pasaje para las eliminatorias. Fuimos campeones invictos en El Salvador y este año ganamos el Oro en los Juegos Bolivarianos, en Perú”.

Un gran paso. “El fútbol playa ahora se está reconociendo. El hecho de que Paraguay haya salido campeón es muy importante”.

Escasa recompensa. “Poco o nada se gana en este deporte, no da para vivir de esto. Tuvimos un sueldo, pero fue solo hasta el 30 de noviembre, se nos quitó con el cambio de autoridades en la Asociación Paraguaya de Fútbol. Cobramos tres, cuatro meses nomás; hace poco acudimos a la APF para ver si había algo y nos dijeron que teníamos que esperar”.

Su vida cambió. “Ahora, soy el Morán reconocido; hay amigos que siempre apoyan, me dan consejos. Siempre hay envidia también de por medio, pero eso no cuenta. Estoy empezando en esto, me siento orgulloso, feliz, me está tocando a mí. El fútbol playa pasó a ser lo más hermoso para mí, es un gusto ser protagonista de este deporte. Y conste que dos años dije no y al aceptar, cambió totalmente mi vida y la de mi familia”.

Una buena preparación. “La arena es pesada, necesitás estado físico, preparación, cuidado. Todo influye, porque si uno no se cuida, es difícil de aguantar. La alimentación es importante. También depende con quién trabajás y en ese sentido estamos con Édgar Torres (preparador físico), reconocido en Paraguay, que trabaja duro y bien. Nos sacrificamos mucho con él para conseguir los resultados anhelados”.

Objetivo deportivo. “Clasificar al Mundial de Portugal, a meterle duro, porque en abril tenemos las eliminatorias en Manta, Ecuador (balneario con playas sobre el Pacífico). La idea es ganar alguito, que nos apoyen más; creo que tuvimos bastantes logros y con el sacrificio diario, seguro que nos va a ir bien. Para nosotros, que los dirigentes nos den alguito, es algo muy importante, nos motiva, porque casi todos somos pobres”.

La Gran Noche del Deporte. “Salir el mejor jugador del año me pone muy contento, no lo esperaba en verdad. Fui a la gala con mucha emoción, trajeado, con ropa que me prestaron nada más porque mi bolsillo no da para eso. Es el primer reconocimiento que recibo, estoy muy feliz y lo comparto con mi gente. Ahora, a ganar más premios”.

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