Antes de que malograra el penal, a Messi se le notaba incómodo, como perdido en el terreno, sin poder hilvanar sus clásicas acciones punzantes. Lucía como en sus peores faenas con la Albiceleste. Parece que el crack del Barcelona en el debut en Rusia no ha podido absorber la fuerte presión por la exigencia de tener que revertir la serie de tres finales consecutivas perdidas (el Mundial 2014 y las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América) . Una mochila muy pesada que se solo se alivianará con el título en Rusia. Y así como empezó Argentina...
Para colmo, su competidor de la década, el portugués Cristiano Ronaldo, tuvo el viernes un estreno de ensueño, anotando una tripleta en el 3-3 ante España. Una presión extra.
Argentina se había puesto en ventaja a los 19’ mediante una gran definición de Sergio Agüero. La felicidad se terminó a los 23’, cuando Alfred Finnbogason marcó el empate tras capturar un rebote en el corazón del área luego de una atajada de Caballero posterior a un remate rasante de Magnusson.
Un evidente contacto del pie de un defensor islandés con el de Pavón fue sancionado con un penal que Messi dilapidó. El golero Hannes Halldorsson adivinó la dirección del disparo y lo desvió.
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Estadio: Spartak de Moscú. Asistencia: 40.000 espectadores. Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Argentina: Wilfredo Caballero; Eduardo Salvio, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo y Nicolás Tagliafico; Maximiliano Meza (84’ Gonzalo Higuaín), Javier Mascherano, Lucas Biglia (54’ Éver Banega), Ángel Di María (75’ Cristian Pavón) y Lionel Messi; Sergio Agüero. D.T.: Jorge Sampaoli. Islandia: Halldorsson; Saevarsson, Árnason, Sigurdsson y Magnusson; Gudmundsson (63’ Gislason), Gunnarsson (76’ Skulason), Sigurdsson, Hallfredsson y Bjarnason; Finnbogason (89’ Sigurdarson 89). D.T: Heimir Hallgrimsson. Goles: 19’ Agüero (A) y 23’ Finnbogason (I).