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El comienzo del partido ya se mostró propicio para el Decano. Un tiro al palo fue la antesala del primer tanto, que llegó del modo menos pensado. El lejano tiro libre de Vargas buscaba tal vez la cabeza de un compañero, pero va frontal al arco de Álvarez a quien lo toma adelantado y sin tiempo para reaccionar.
En su primera réplica, Cerro empató con un cabezazo fuerte de Santana, habilitado por Rodrigo Rojas tras gran jugada, iniciándose un periodo en el que los azulgranas manifestaron mayor manejo del balón, aunque sin profundidad, principalmente debido a las evidentes limitaciones físicas de José Ortigoza, frente a la contundencia decana, manifestada en un contragolpe encabezado por Candia, asistente de Zeballos para el segundo tanto, con un tiro suave del delantero entre las piernas de Álvarez.
En el segundo periodo Cerro tuvo una ráfaga inicial de buen juego, que encontró su punto final en una gran tapada de Barreto ante un tiro colocado de Fabbro. Olimpia mejoró en la marca con el ingreso de Piris y aumentó su poder en el contragolpe con la presencia de Núñez. A este le cometió Valdez la falta para otro tiro libre certero del Decano, ejecutado en este caso por Silva, al palo de Álvarez, quien se había movido al medio y al regresar ya no pudo desviar el disparo.
Olimpia perdió a Piris por lesión, pero igual defendió en la parte final sin apremios ante un Cerro hundido y sin claridad.