Aqualogy debía proveer un nuevo sistema de facturación en el marco de un contrato de US$ 4,5 millones que le adjudicaron en abril de 2016. La empresa debía cobrar hasta abril de 2020 el 10% sobre el aumento de la recaudación.
La firma debió proveer software y hardware para la gestión comercial e implementar la facturación in situ a los clientes. La nueva tecnología iba a cambiar el viejo sistema COBOL.
La Essap ya había pedido rescindir el contrato a principios de este año, pero la empresa extranjera pidió un avenimiento. La estatal condicionó la reanudación del contrato. Eran seis exigencias que la firma debía cumplir en mayo. Algunas consistían en el pago de la multa por los días de atraso y la entrega de los bienes comprometidos, 50 PDT (conector de datos portátiles) y 50 impresoras. Los 50 PDT la empresa había entregado, según la aguatera estatal.