Bolivianos esperan que crisis termine para mejorar ventas

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Las bailarinas muestran su habilidad frente al palco que se ubicó frente al Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón de los Héroes. Fue una fiesta total seguida por mucha gente.
Las bailarinas muestran su habilidad frente al palco que se ubicó frente al Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón de los Héroes. Fue una fiesta total seguida por mucha gente.Archivo, ABC Color

Los bolivianos residentes en nuestro país y que se dedican al comercio de ropas también esperan que se supere la crisis económica para mejorar sus ventas. La mayoría de ellos tienen sus puestos sobre la calle Ana Díaz, que pasa detrás del Mercado 4.

Según nos informaron, este año tuvieron muy poca venta por la recesión económica, a lo que se sumó que no hubo tantos días de frío, que para ellos es fundamental a raíz de que mayoría de las prendas que venden son abrigos.

Alfonzo Quisque, uno de los empresarios que trabaja en nuestro país, indicó que hay una crisis mundial que afecta a los países sudamericanos, que ojalá pronto se supere para que se siga trabajando.

En Paraguay viven aproximadamente 2.500 bolivianos. La mayoría trabaja en la venta de ropas, otros son mecánicos y ya hay un grupo de médicos que se graduaron en el país.

Ayer los bolivianos ofrecieron una colorida fiesta a los asuncenos sobre la calle Palma. Ataviados con trajes típicos, bailaron y rindieron su homenaje a la Virgen de Urkupiña, devoción nacional que se recuerda en un poblado del área de Cochabamba, Bolivia. Es considerada patrona de la integración nacional boliviana. Su día litúrgico es el 15 de agosto, pero a nivel mundial celebran cada 25 de agosto. Por tal motivo, hoy están convocados a participar de la misa que se oficiará a la 10:00 en la parroquia de San Miguel Arcángel (Teodoro S. Mongelós y Mayor Bullo), y luego de la fiesta popular sobre la calle Ana Díaz.

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Urkupiña es una lengua quechua que significa “ya está en el cerro” (orko = cerro, piña = ya está). Se refiere a la leyenda de que una niña mantenía encuentros con una señora que “está en el cerro”. De allí el nombre de la Virgen María de Urkupiña (de la que está en el cerro).