Según nuestros registros, el 2 de julio último, a las 10:22, tenía en operación 1979 MW, una hora después del mismo día, el paisaje seguía igual: 1979 MW.
La potencia instalada de Yacyretá es de 3100 MW con 20 unidades de 155 MW cada una. En otras palabras, la potencia ociosa correspondía a siete unidades.
Ese mismo día, a las 17:12 apuntábamos una mejoría. El monto de la potencia en operación subió a 2033 MW, la capacidad ociosa, por ende, rondaba 1000 MW.
No pretendemos exponer un registro cotidiano y menos aún horario del funcionamiento en los últimos meses de Yacyretá, solo demostrar, mediante varios indicios, que la generación de Yacyretá lejos está de ser regular. Saltemos al 27 de julio, a las 10:09, la potencia en operación era 1704 MW.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El día 28 de ese mes, a las 17:43 estuvo en 1702 MW.
Pasemos al 23 de este mes, la potencia en actividad era de 1658 MW a las 12:18. En otras palabras, en ese día y a esa hora, la potencia ociosa rondaba el equivalente a la de 9 unidades.
Ayer, a las 16:18, la potencia en operación era de 1660 MW, 1440 MW menos que la potencia instalada, que equivale a 9 unidades.
Acerca de las causas, la primera explicación ensayada por los técnicos consultados es el del escaso caudal que trae el Paraná actualmente.
La segunda, las limitaciones del sistema de transmisión argentino, que en junio pasado provocó uno de los apagones más grandes de la historia del servicio eléctrico en el vecino país.
La tercera, el prematuro deterioro de las turbinas la usina binacional, una consecuencia lógica, según se denunció en el sector eléctrico de nuestro país, de su sobreexplotación, para colmo de males con un nivel o cota del embalse muy por debajo de la llamada de diseño. Recordemos que esa situación se arrastró hasta principios de 2011.
Con este ritmo de producción, advierten, la contravertida deuda de la EBY, que le imputa el Gobierno argentino, seguirá sin grandes variaciones.