Lo más llamativo de esta historia es que el Gobierno brasileño fue avanzando sin ninguna oposición de los negociadores paraguayos, quienes prácticamente aceptaron sin “chistar” todos los puntos “propuestos” por el Brasil, que utilizó como excusa, muy simple por cierto, el impasse entre ANDE y Eletrobras, que surgió a mediados de febrero de este año sobre la contratación de potencias en Itaipú.
Según los documentos obtenidos en la CBI, en una nota remitida el 27 de marzo de este año a la Cancillería paraguaya, la Embajada brasileña en Asunción hace el primer contacto, dando su acuerdo a que se realice de la primera reunión de negociación de las cancillerías en la sede de Itaipú el 11 de abril, “con vistas a establecer el cronograma de la potencia de Itaipú a ser contratada en 2019”, pero solo eso.
El 28 de marzo, Relaciones Exteriores “transmite su conformidad con la fecha (11/04/19) propuesta por Brasil para definir el cronograma de la potencia de Itaipú que seria contratada durante el año en curso.
El 4 de abril, la Embajada del Brasil remite otra nota a la Cancillería paraguaya, en la que pide llevar adelante la reunión el 11 de abril, en cuyo contexto plantea discutir seis puntos, no solamente el cronograma de contratación de potencias para el 2019, sino además el cronograma correspondiente a los años 2020, 2021 y 2022 (inicialmente era solo para el 2019); el método de depuración de la potencia contratada de la Eletrobras que sea eventualmente cedida a la ANDE; contabilización y valorización de la eventual cesión de la ANDE de “energía vinculada” de la Eletrobras; flexibilización del nivel del reservorio de Itaipú, división de la energía afluente entre las entidades compradoras, una vez alcanzados 10 centímetros de cota mínima operativa autorizada del reservorio y condiciones necesarias para la operación con más de 18 unidades generadoras.
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Posteriormente y de una manera hasta ahora inexplicable, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, a cargo entonces de Luis Castiglioni, responde la nota de la Embajada el 9 de abril, cumpliendo “en transmitir su conformidad” con la propuesta de dar inicio en dicha reunión a discusiones “sobre los temas que se enumeran en la nota de referencia (04/04/19), así como, eventualmente, de otros que en su momento pueda plantear la parte paraguaya.
Cabe destacar que los brasileños, además de ignorar a las supuestas propuestas paraguayas, nunca se apearon de su posición inicial de abarcar todos los puntos y también el tema del embalse de Itaipú.
Las declaraciones contradictorias
En su primera declaración ante la Comisión de Investigación del Acta Bilateral (CBI), el excanciller Luis Castiglioni aseguró que no tenía conocimiento del contenido del acta que finalmente salió, argumento debilitado por las numerosas notas intercambiadas con sus pares del Brasil, en los que ya se planteaba el contenido que finalmente se impuso. En su segunda declaración dijo que los negociadores paraguayos “desobedecieron sus instrucciones” de incluir en el documento final las propuestas paraguayas. Asimismo, tiró todo el “fardo” sobre el exembajador Hugo Saguier Caballero, quien, a su vez, dijo que canciller estaba totalmente al tanto del tema, inclusive el Presidente de la República.