La fiscal Martínez explicó que el operativo se realizó en busca de una casa de apuestas deportivas que operaba de manera clandestina, pero que cuando llegaron al lugar encontraron un comedor, en cuyo interior funcionaban dos máquinas tragamonedas, que fueron incautadas.
Agregó que no encontraron dinero ni ningún tipo de documentos.
El mandamiento del procedimiento fue firmado por la juez penal de garantías, Teresita Cazal.
No se identificó al propietario del local, pero una mujer de nombre Fátima Raquel Rodríguez se presentó como encargada, quien será convocada para una audiencia indagatoria el lunes próximo, a las 8:00.
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La Ley 4.716/12 establece que las personas que explotan comercialmente juegos de azar clandestinos o no autorizados por el competente o que no cuenten con la concesión, se exponen a cinco años de pena privativa de libertad o multa. En ese orden, los que apuestan en estos sitios también se exponen a una sanción penal de hasta dos años de cárcel o multa.