El 94% de los gastos son rígidos según la versión del PGN aprobada la semana pasada en Diputados; es decir, eso es lo que se debe pagar indefectiblemente todos los meses y, por consiguiente, dejará sin posibilidad de inversiones al Estado. Eso significa también que no habrá recursos para medicamentos, obras de infraestructura, nuevas escuelas u hospitales o mantenimiento correcto de los existentes –que se caen a pedazos–; ni tampoco para vehículos, combustible, o insumos para la seguridad, etc., advirtió ayer el presidente de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Carlos Jorge Biedermann.
“Lo único que hará posible que se tenga o disponga dinero para inversión será seguir prestando más dinero de multilaterales, colocación de bonos o donaciones de gobiernos amigos. Entonces, si se gasta mal, habrá problema; pero, si se gasta mal y por demás, habrá un gran problema”, expresó a ABC.
Comparó el PGN con la economía de una hipotética familia, cuyos ingresos sean por ejemplo de 5 millones, y sus gastos de 15 millones.
“Por supuesto que esa familia no tendría dinero para arreglar la casa o el vehículo –si es que no tuvo que venderlo ya–, porque no tendría dinero para pagar el combustible, los servicios de luz, agua, tv-cable, etc. Si se ingresan 5 millones, no se puede y no se debe gastar 15 millones, porque no se podría pagar ni siquiera los intereses de algún préstamo”, ejemplificó.
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Agregó que si se ingresan 5 millones y se malgastan 15 millones, el problema no será solo económico, sino que será un gran problema financiero (de corto plazo).
“Por esto la CAP insiste y reinsiste en que se gasten bien los recursos del PGN, en forma racional e inteligente, en proporción a los ingresos y priorizando las inversiones que mejoren la calidad de vida de la gente que aporta su dinero, que fue ganado duramente, para que se use bien y retorne en servicios públicos de calidad”, señaló.
También declaró que no debemos dejar que los gastos rígidos se conviertan en “rigor mortis, en la muerte de las inversiones, en una carga insostenible, impagable irresponsable y perjudicial para todos, incluyendo para quienes hoy están dentro del mismo PGN”, aseveró.
Se pone en riesgo el rebote
Por otra parte, el presidente de la UIP, Gustavo Volpe, consultado sobre el PGN aprobado en Diputados, recordó que ya estuvo como titular de su gremio y la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco) en tres periodos anteriores y que antes no había ley de responsabilidad fiscal. “Recuerdo que los grandes empresarios de esos tiempos tenían una posición muy clara, de que si se tenía que aumentar el déficit fiscal, debía ser únicamente para destinar a infraestructuras”, acotó.
Añadió que actualmente la atención está sobre cómo saldrá el PGN, por lo que no se debe olvidar que el 2019 está siendo un año recesivo para la economía. También dijo que la actual gran bajante río Paraguay crea un problema que va a golpear fuerte en la economía, por los enormes sobrecostos que ocasionarán a las exportaciones e importaciones. “El costo del flete fluvial va a subir mucho, habrá menor cantidad de productos transportados por la capacidad reducida de los convoyes de barcazas y de las embarcaciones, por las limitaciones causadas por el estiaje”, indicó.
Enfatizó que actualmente hay unos síntomas económicos que no son buenos y que, por esa razón, la artillería para la reactivación debería apuntar hacia las obras públicas, porque destinar dinero en ellas genera trabajo. “Por lo tanto, si se va a aumentar el déficit fiscal a través de las obras públicas se podría aceptar, pero si se aumenta el déficit con gastos rígidos, no”, aseveró.
Insistió en que si no hay buenas perspectivas en el agro, y nuestra economía en gran medida depende de ese rubro, con el incremento del déficit fiscal con más gastos en sueldos, se pone en riesgo el esperado “efecto rebote” para el próximo periodo.
Volpe apuntó que las obras públicas de carreteras, puentes, tienen consecuencias positivas en la economía, pero los resultados serán aún más positivas si las inversiones son en casas o viviendas.