La Industria Nacional del Cemento (INC) informó ayer que, tal como lo anunció recientemente el Presidente de la República, ya se enviaron los documentos al Ministerio Público sobre auditorías a la estatal, de modo a que éste abra eventualmente una investigación de oficio, considerando los US$ 80 millones que INC recibió durante el gobierno de Horacio Cartes, para “inversiones” fallidas.
Se gastaron US$ 76 millones del total y no se llegó al resultado anunciado, de ahorrar US$ 20 millones al año y elevar la producción diaria de clínker de 2.000 a 2.200 Tn. y de cemento, de 50.000 a 90.000 bolsas.
A fines de noviembre pasado concluyeron las auditorías de referencia. Una de ellas fue de carácter interno, impulsada por el anterior presidente de la estatal, Javier Rodríguez, y trata específicamente sobre la utilización del monto de US$ 80 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos, que al ser un tipo de préstamo, terminará trepando a más de US$ 200 millones, con los intereses. La otra auditoría fue ejecutada por la Contraloría General de la República, que aunque abarcó casi la totalidad de la administración de la cementera, también incluyó una “fiscalización especial inmediata” sobre esa cifra supuestamente invertida.
La nota de remisión de los resultados fue firmada por el titular de la INC, Ernesto Benítez, y dirigida a la propia fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez. Los documentos fueron recibidos en Fiscalía el miércoles pasado por la asistente Nathalia Pinho Ávila, según registros de mesa de entrada.
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ABC intentó durante días conversar con la fiscala adjunta de Delitos Económicos, Soledad Machuca, pero ésta no nos recibió; sí lo hizo el director, Néstor Coronel, quien se limitó a decir que esperaba la remisión de la auditoría de la Contraloría.
No obstante, hasta la auditoría interna cuestiona la ejecución de los contratos para la provisión de nuevos equipos para el horno de Vallemí y el nuevo molino para la planta de Villeta, el enfriador de clínker, el secador de puzolana y otros, que son los principales proyectos, entre los que se destaca el “cambio de combustible del horno III de clínker” (reemplazaron el fueloíl por coque de petróleo).