El directorio de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) resolvió rescindir el contrato 81/18 con Bullers SA, propiedad de Óscar Chamorro Lafarja, por incumplimiento. Debía instalar una red óptica Gpon en diez centrales telefónicas de la estatal, pero no lo hizo en doce meses. La decisión fue comunicada a Bullers a través de la gerente de planificación, administración de contratos de la estatal, Teresa Castiñeira, mediante la nota N° 15 remitida el 8 de diciembre, tres días después de la disposición tomada por el directorio en la sesión del 5 de diciembre (Acta 48).
Explica en la nota que “la rescisión del contrato se debe al incumplimiento del proveedor, a fin de evitar y no causar consecuencias que pudieran ser lesivas para la Copaco, según documentos e informes obrantes en autos” (sic).
En opinión de Carmen Irala, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones (Sinattel), “es sugestiva la expresión porque hubo daño a la Copaco teniendo en cuenta que en un año perdió miles de clientes en las centrales que debían ser equipadas por Bullers”.
Recordó que en agosto la empresa privada debía entregar las primeras cinco centrales totalmente equipadas con la nueva red, “pero se cumplió un año y ni un centímetro de fibra óptica Gpon no tenemos, no hay nada planificado como un plan b para llevar adelante”, expresó Irala.
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De los G. 17.749 millones del contrato, Chamorro Lafarja recibió un adelanto de G. 3.549 millones, el 7 de enero de este año.
Lo curioso de la licitación es que la otra competidora era CG TEC SA, otra firma de Chamorro Lafarja. Esto viola el inciso g del Art. 40 de la ley 2051/03 que dice expresamente que quedarían descalificados “los participantes que presenten más de una oferta sobre una misma partida de un bien o servicio en un procedimiento de contratación, presentada a nombre propio o de tercero y que se encuentren vinculados entre sí por algún socio o asociado común”.
