Romero llegó ayer a nuestra redacción para asegurar que solo “pasaba por el lugar” cuando operarios de la estatal taponaban una pérdida de agua en la vereda. Aunque reconoció que agilizó la atención porque la afectada le comentó que pasaron varios días de su reclamo y nadie le atendió.
A su criterio, “personas mal intencionadas” lo denunciaron para perjudicarle en su carrera política, porque hay figuras de la vieja guardia que quieren volver a la seccional colorada N° 36, del barrio Pinozá de la capital, y pretenden dejarlo fuera de juego, alegó, aunque ya se suspendieron las elecciones.
El denunciado ingresó a la Essap en diciembre del año pasado de la mano de su suegro, síndico de la misma empresa, Severo Alarcón. El salario Romero es de G. 6.337.000. El joven dirigente colorado vino acompañado de su equipo de campaña: Guido Maciel, Phany Vera y Óscar Brítez.
