“Lastimosamente debemos decir que como nunca en la historia de la ganadería bovina estamos teniendo estos precios pandémicos. Es importante explicar como se fue dando el escenario de precios para entender el fondo de la cuestión, y este 2020 comenzamos relativamente bien, con buenos precios internacionales, pues los competidores grandes de la región como, Brasil, Argentina y Uruguay, empezaron a venderle a China, y nos dieron oportunidad de vender a otros mercados que ellos dejaron y a buen precio. Incluso tuvimos récord de exportación en el primer trimestre, y llegamos a estar a precios parecidos de Brasil (novillos al gancho US$ 2,85) y Argentina (US$ 2,75) en febrero, pero a mitad de marzo los precios se desplomaron en Paraguay (de US$ 2,70 bajó a US$ 2,20), mientras nuestros vecinos están vendiendo a un mejor precio y se les paga más, y eso es lo que no tiene lógica”, dijo Galli Romañach.
Una conspiración
“Entendemos -añadió- la situación de crisis y estamos ayudando, pero tememos que sea aprovechado a mayor escala, bajando los precios artificialmente por parte de los frigoríficos que manejan los precios y en su mayoría son de capital extranjero”.
“Esto es gravísimo, porque estaríamos ante una traición, pues nosotros vendemos barato nuestros animales para ayudar a los compatriotas, pero no vemos que esto se traduzca para el consumidor en las góndolas, no podemos tolerar que haya distorsión”, sostuvo Galli al analizar la problemática.
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Pisar la cabeza de otro
El candidato a presidir la ARP dijo: “Hay un acaparamiento del mercado de un grupo empresarial importante que se lleva casi el 50 por ciento de la faena de ganado del país. No puedo englobar a todos los industriales, todos tienen derecho a que su negocio genere lucro, pero no a expensas de otros. Vos no podés pisar la cabeza de la gente para salir arriba. Esperamos que la industria haga su parte en esta crisis que se mantiene”.
¿Frigorífico de ganaderos?
“Se pensó como posibilidad, pero hay que pensar como industrial y allí los roles nuevamente se invierten, o pensás como ganadero o como industrial, creo que cada uno tiene su rol”, indicó sobre la posibilidad de tener un frigorífico de ganaderos.
Además, “las reglas de juego deben ser claras y transparentes, y cada uno asume su parte. En este momento no hay reglas claras, nosotros necesitamos de la industria y ellos nos necesitan, tenemos que jugar claro, y cada uno gane lo que corresponde”, dijo Galli.
Afirmó también que “en algún momento se tiene que dar el Instituto Paraguayo de la Carne o como se quiera llamar. Debe haber un consenso, y eso solo se va ir dando en la medida que haya voluntad. No existe política de Estado con respecto a la carne”.
Cajas negras
“Son balanzas auditadas por terceros para conocer el peso de animales en distintas etapas de la faena en los frigoríficos, y creemos que va ser importante para los controles. El que hace bien las cosas no tiene por qué preocuparse”, finalizó.