Sin dudas, la actual situación generada a partir de la pandemia provocó un cambio en las prioridades y en los hábitos de consumo. El trabajo desde la casa y las clases escolares por internet significaron para muchas familias la necesidad de contar con más o nuevos dispositivos electrónicos. “En González Giménez, en las últimas cuatro semanas las ventas de notebook y tablets se ha incrementado notoriamente. La línea de teléfonos celulares también ha tenido un importante aumento en su demanda”, comenta el gerente comercial de la empresa, Matías Opazo.
Añade que otra categoría que tuvo un incremento sorpresivo fue el de las cintas caminadoras y los equipos de gimnasia de uso doméstico, debido principalmente a la necesidad de la gente de realizar alguna actividad física en sus hogares. “Este incremento en gran proporción se debe al sostenido crecimiento que ha tenido nuestro canal e-commerce, siendo en este momento el canal de preferencia número uno de nuestros clientes”, explica también.
Diego Chamorro, gerente de marketing de Bristol, coincide en que hay un considerable aumento en la demanda notebook, computadoras de escritorio, impresoras y todo lo que respecta a la familia de la informática, y por ende, esto repercute en las ventas. “Esto está asociado a que muchas familias tienen computadoras que ya estaban viejas, y como ahora pasó a ser un elemento esencial, especialmente para las clases virtuales de los chicos y jóvenes, es prioridad y necesitan máquinas con las que puedan trabajar de forma rápida y eficiente”, resalta.
¿Cómo compran?
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Los clientes de González Giménez optan –en su mayoría– por compras al contado. “Vemos cómo la gente está constantemente buscando las mejores opciones en cuanto a precio-calidad, y sin duda el ahorro se hace fundamental en estos momentos”, cuenta. Aunque añade que también existen clientes habituados al pago de cuotas que siguen prefiriendo comprar a créditos, buscando planes de pago ajustados a sus posibilidades, lo que les permite adquirir productos de alto valor.
En el caso de Bristol, por el efecto económico que produce la cuarentena y la baja en la actividad laboral, los clientes están buscando más que nunca facilidades de pagos en mecanismos, precios y descuentos. “Nosotros, en un altísimo porcentaje, vendemos a crédito. La gente está muy satisfecha porque compran un producto y la primera cuota se paga a los 30 días”, revela. La empresa está comercializando a full a través de canales remotos digitales y no digitales, comenta Chamorro.
