Hamburguesas para preparar en casa
La comida de producción propia de Bodoque Montoya era muy solicitada en eventos sociales. Después vieron un nicho con la gente que empezó a experimentar en la cocina, principalmente en la parrilla. “Ahí dijimos: Vamos a añadir un producto más”, explica Braulio Heisecke.
Bodoque Montoya tiene su línea de hamburguesas casera que es muy requerida. “Al principio costó un poco”, confiesa, pero fueron avanzando con el proceso para que sea fácil y práctico al cliente, con un producto de calidad.
Así nacieron las cajas, que contienen los medallones o bodoques de hamburguesas de 170 gramos, de carne vacuna, después la panceta, queso cheddar, las mayonesas (ajo, choclo y rúcula), panes y de cortesía la sal condimentada y el picante casero.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Están trabajando en una plataforma de pedidos, para mayor comodidad de los clientes, y seguir ofreciendo así lo mejor a los consumidores.
Instagram:bodoquemontoya.
Ramos y arreglos florales para alegrar
“Morí de miedo”, revela Montserrat Gugliotta cuando se vio obligada a cerrar su local Chichi florería, por la cuarentena. Dos meses estuvo cerrado hasta que lo reactivó con ventas online.
¿Seguir o cerrar? Eso se tuvo que plantear en un momento. “Tomé la decisión de seguir y estamos acá”, dice la joven que casi vio desmoronar sus sueños. “Todo lo que me costó montar, llegar hasta acá, se iba a terminar en un cerrar y abrir de ojos, pero seguimos”, refiere.
Ella trabaja con flores importadas. “No llegaban. No había forma. No llegaban flores de Brasil ni de Ecuador. Ahora estamos volviendo a recibir”, señala.
Durante cuatro años, Chichi florería funcionó de manera online, pero hace un año tiene su local físico en San Lorenzo. “Durante el cierre movimos las redes sociales. Creamos una mejor plataforma, porque hay muchas cosas que se están ofreciendo de manera online”, indica. “Estamos remando”, dice con optimismo.
En Instagram: mariachichifloreria.
Retrato de las mascotas
Ailton Ortiz y su familia quedaron sin ingresos por la cuarentena. Con su familia llevaban un negocio de eventos, pero ya no tenían trabajo. Viendo qué hacer a Ailton se le ocurrió pintar. “Un día dije: Voy a pintar tejas. A ver qué surge, si vendo algunas para salvar el día a día. Como no tenemos otro ingreso, nos metimos con todo en el tema de las tejas”, comenta.
Para probar, optó pintar flores para el Día de la Madre. Uno, dos y así la gente empezó a pedir. Promocionaba sus trabajos en las redes hasta que le vino el golpe de suerte con los retratos de mascotas. “Pudimos salir a flote con esto cuando la gente empezó a pedir masivamente. Empezamos con una vecina”, recuerda.
Ella le envió la foto de su perrito. Le gustó el trabajo y así fue corriendo la voz. El segundo pedido fue el de un gatito. “Me emociona también, porque mi arte se está expandiendo por todo el Paraguay. No solamente a mis vecinos. Es algo increíble”, dice con orgullo.
En Instagram: ortizcavalcante
Un hobby que se convirtió en negocio
La tabla y el cuchillo están listos. Cada verdura bien separada, para ser picada y luego colocada en los envases de vidrio que luego servirán para condimentar la comida.
Este es el hobby de Pedro Morínigo. Siempre hacía pickles para regalar hasta que una nieta le propuso hacerlo negocio. “Eso me impulsó a tomar otro aire”, dice feliz, porque encontró una forma de ocupar su tiempo de manera provechosa.
“Me salió muy bien y estoy contento. A esta altura de mi edad ya no me van a dar trabajo, por la edad misma, pero gracias a Dios me salió muy bien y voy por buen camino”, opina acerca de su emprendimiento que lleva un año con el nombre de Don Pemo Picles Artesanales.
Don Pedro tiene el apoyo de toda su familia. “Estos meses de la cuarentena fueron difíciles”, confiesa, pero no pierde la esperanza de que las cosas van a mejorar. “Hasta que yo pueda voy a seguir. Me gusta. Tengo salud, gracias a Dios”, señala este emprendedor cuyo producto tiene varios beneficios para la salud.
En Instagram: pemopicles.
