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Núñez comentó que encontraron los caracoles en medio de los escombros de una construcción y restos de ladrillos que habían en su casa. El color de los caracoles es marrón y el propietario aseguró que es la primera vez que se da este tipo de hecho.
Indicó también que les preocupó, debido a que aparecieron una gran cantidad que metieron en un envase con salmuera. Asimismo, dijo que en las riberas de los arroyos de San Roque también abundan.
El Ministerio de Salud Pública emitió ayer un comunicado de alerta, debido a que la citada especie es una poderosa plaga, capaz de devorar cultivos y producir graves enfermedades, según el Senave. El ejemplar puede medir desde 25 a 30 cm de longitud y 8 de alto y Senave ratificó que no debe ser manipulado sin protección.