"La pista se mantiene habilitada para vuelos, por eso el trabajo de bacheo es lento, ya que se ejecuta entre el descenso y el ascenso de los aviones -comerciales, cargueros, pequeños, etc.- que operan", dijo Eustaquio Ocáriz, director de Aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).

A modo de ejemplo, mencionó que una planta asfáltica produce en una hora hasta 300 toneladas de mezcla, mientras que en la obra en la pista del "Silvio Pettirossi", debido a horarios que se deben respetar, apenas pueden cargar 50 toneladas, que es la cantidad máxima de mezcla que se usa en un corte y cierre del pavimento (bacheo). "No podemos ir más rápido, porque tenemos que dejar la pista libre horas antes de una operación aérea comercial", dijo.

Ese tipo de actividad aeroportuaria, agregó, se lleva a cabo una o dos veces por día. Por eso "terminaríamos en los primeros tres meses del año próximo", indicó.

El bacheo de la peligrosa pista aérea se realiza con hombres, combustible y máquinas del Comando de Ingeniería del Ejército. La Dinac colabora alquilando equipos que no dispone el cuerpo militar y aportando los materiales. Los trabajos se iniciaron en 2001, pero se fueron interrumpiendo por problemas presupuestarios, y por lo difícil que es conseguir proveedores de mezcla asfáltica para la escasa cantidad que el ente aeronáutico requiere por día.

Pero el bacheo no es la solución. La pista del "Silvio Pettirossi" se construyó en la década de los ‘60, explicó Ocáriz, y recién en 1985 se le hizo un recapado. Ya pasaron casi 20 años desde que se reforzó la superficie, y hasta ahora el Gobierno no ha tomado previsiones presupuestarias para ejecutar un nuevo proyecto de refuerzo asfáltico que requiere en forma urgente la citada infraestructura.