Fracasó millonaria inyección estatal para la industrialización del sésamo

La promocionada industria de turrón de la Coordinadora de Productores de Sésamo (Cooprose), que recibió casi dos millones de dólares no reembolsables de los fondos de Itaipú, está paralizada, con cesación de pagos y en espera de una convocatoria de acreedores, según confirmó ayer Aureliano Aguilera. Explicó que les faltó otro millón de dólares para hacer operativa la industria, que está valuada en US$ 6 millones, según su estimación.

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“No fue regalo lo que recibimos del Estado, sino transferencias no reembolsables, en dos cuotas, una US$ 950.000 y otra US$ 910.000; pero nos faltó la tercera cuota para la parte operativa”, declaró ayer ante nuestra consulta, Aureliano Aguilera, impulsor de Cooprose.

Aguilera añadió que exportaron sésamo a Israel y otros países y que produjeron turrón, entre otras cosas, pero que actualmente están con cesación de pagos, con una de las deudas reclamadas de G. 85 millones por parte de productores que entregaron sus cosechas.

Aguilera no admite el fracaso de su organización, más bien culpa al Estado de que no le dio la tercera parte, razón por la cual fracasó el emprendimiento, dijo.

Sin embargo, consultado por qué y cómo fue la desvinculación del contador del gremio, Celso Cañiza respondió: “Vakáicha romosê”.

Preguntado por qué no demandaron a Cañiza, dijo que abogados le pidieron G. 150 millones con una posibilidad de 95% de recuperar fondos supuestamente malversados por Cañiza.

También explicó que están conversando con muchos técnicos del sector privado, que anteriormente estaban en el gobierno, tales como el Ing. Agr. Henry Moriya, para estudiar algún mecanismo para reactivar la industria, que Aguilera avalúa en cerca de US$ 6 millones.

“Lo que Itaipú nos transfirió es solo el 30% de lo que se invirtió en Cooprose”, aseguró Aguilera.

Además de la posible malversación administrativa, también se maneja que el fracaso de la industria fue porque pagó elevados precios por el sésamo, en la competencia por la materia prima con las experimentadas empresas exportadoras de sésamo y posteriormente vender el producto a mercados que pagan menos que Japón.

La Coordinadora de Productores de Sésamo se consolidó en el 2006 y en el 2011 contaba con 10.000 socios, distribuidos en San Pedro, Concepción, Caaguazú, Canindeyú e Itapúa.

El gremio cuenta con un parque industrial en Guayaybí, lugar donde se procesaba, previa clasificación, limpieza y almacenamiento de los productos; mientras que en Santa Rosa del Aguaray cuenta con la planta industrial; el gremio contaba con el asesoramiento técnico de los hermanos Park, Young, Sain y Young Min, para la industrialización del producto.

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