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La obra fue ejecutada por el consorcio formado por las empresas Tecnoedil SA y Ocho A SA, cuyo contrato inicial con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) era de G. 27.697.535.158.
Recién después de que se iniciara la construcción, los contratistas y técnicos del MOPC se percataron de que si levantaban los pilotes al tiempo en que realizaban la excavación, el perjuicio a los vecinos, supuestamente, iba a ser menor, porque el tiempo de ejecución de la obra se iba a reducir.
Esta fue la explicación que dio el ingeniero Fabio Riveros, director de Vialidad del MOPC.
Esta modificación, junto con la extensión de las calles colectoras o rulos, derivó en un incremento de exactamente G. 4.361.818.999 del precio de la obra. Sin embargo, y pese a la ampliación, la obra será inaugurada hoy sin que cuente con salida de emergencia.
Posteriormente, el consorcio ejecutor, representado por Sixto Alvarenga, solicitó otra ampliación para que el túnel tuviese su propio generador de energía eléctrica, lo cual tampoco estaba previsto en el pliego de bases y condiciones del proyecto en cuestión.
Con esta nueva ampliación, el costo final de la obra terminó trepando a más de G. 32.000 millones. El monto total de la ampliación es exactamente G. 5.339 millones, el máximo permitido por la Ley de Contrataciones Públicas en este caso, que es el 20% del monto inicial del contrato.