ABC conversó ayer con referentes del sector y estos hicieron hincapié en que siguen sumamente golpeados por lo que llaman la “estafa de Vetorial”, ya que al irse, la brasileña vendió por adelantado productos por al menos US$ 5 millones y no entregó las mercaderías.
Pero, además de eso, los propietarios de depósitos de materiales de construcción se enfrentan a regulaciones del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), que antes de la partida de Vetorial, obligaba a los distribuidores a comprar de la acería local la misma cantidad de varillas que querían importar. Los permisos se otorgaban en una relación 1-1, es decir, debían comprar una tonelada de producto local para poder importar una tonelada del extranjero.
La propietaria de JC Construcciones de Ciudad del Este, Nelly Vázquez, explicó ayer a este diario que el MIC no libera 100% la importación, es decir, los empresarios no pueden traer directamente de sus proveedores sin antes pasar por la burocracia y el visto bueno estatal.
Pero el Estado, a través de la administración judicial de Acepar, no tuvo esta misma rigurosidad con los controles a Vetorial, de acuerdo con lo señalado, ya que la brasileña alegremente vino a engañar a compatriotas y nadie se lo impidió. “Para esa gente que vino a estafar, no hubo trabas. Mientras, hoy yo no puedo hacer movimientos en el banco, porque aparece la deuda de Vetorial. Pero no puedo pagar por una mercadería que no recibí. Me dan ganas de salir del país, pero no puedo”, se lamentó Vázquez.
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A su vez, la propietaria de Hierropar, María Magdalena de Ruiz, señaló que en el sector no saben qué va a ocurrir con Acepar y Vetorial; algunas empresas accionaron judicialmente contra la brasileña, pero otras, como el caso de Hierropar, al verse tan golpeadas, prefirieron seguir trabajando para tratar de recuperarse. En cuanto a la provisión de varillas, indicó que hay una situación externa que afecta al mercado local y tiene que ver con una mayor cantidad de construcciones en Argentina y Brasil. “No es fácil que las fábricas te vendan. Nosotros que somos antiguos importadores llegamos a conseguir un poco. Pero no es fácil importar. Hay que comprar con una proyección de seis meses”, explicó.
INC y Yguazú regulan entrega de cemento
Los datos del sector indican, por otro lado, que la Industria Nacional del Cemento (INC) y la privada Yguazú están regulando la entrega del cemento. “Se compra por anticipado y hay días en que te dicen ‘hoy no hay lista (de despacho)’ y te entregan otro día o te entregan menos. Pero al menos INC no es como Vetorial”, apuntó la propietaria de Hierropar.
Según los datos, distribuidores de materiales de construcción perciben una mayor demanda, lo que genera retrasos en las provisiones, ante la limitada capacidad de despacho de las industrias nacionales. El presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), Ing. José Luis Heisecke, apuntó al respecto que la INC tiene que producir más. “En el sector la queja principal es por el cemento. No hay suficiente”, acotó, y recordó que la estatal prometió que este año produciría 80.000 a 90.000 bolsas por día, pero hasta ahora, está en la mitad de esas cifras.
“Nuestra preocupación es que desde este año hay una ley que exige la incorporación de cemento en las rutas nacionales. Si ahora no damos abasto, ¿cómo haremos cuando se ponga en práctica esta ley?”, se preguntó el empresario. En cuanto a varillas, dijo que estiman que más adelante se verá resentida la provisión.
Según datos del sector, la demanda diaria de cemento ronda las 120.000 bolsas. El consumidor final consigue una bolsa de cemento de 50 kilos a G. 45.000, mientras que la varilla se ofrece a alrededor de G. 5.100 por kilogramo.
