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La determinación fue recibida con desazón por numerosas familias que esperaban el viernes último regresar a la Argentina utilizando este punto fronterizo.
Según manifestaciones de las autoridades argentinas, ya resulta un peligro su utilización, lo que ha generado la determinación de hacer una pausa en los cruces fronterizos, hasta que la naturaleza permita que se seque la arcilla de la vía.
Las familias que estuvieron varadas desde hace varios días en el puerto de Pilar señalaron que ya es hora de que las autoridades de ambos países coordinen acciones y mejoren el acceso para que el servicio sea regular, y no se suspenda cada vez que crece el río o en este caso, por lluvias y mal estado del camino.
El intendente de Pilar, Alfredo Stete, anunció que ante la situación especial que genera incomodidad de numerosos viajeros, trasladarán ocho toneladas de piedra triturada a Puerto Cano, para mejorar el tramo de arcilla cercano al atracadero de la balsa. Resaltó que con este aporte se va a asegurar que el camino tenga la seguridad necesaria. Indicó que posteriormente insistirá con las autoridades paraguayas y argentinas para evitar que estos inconvenientes se repitan en el futuro.