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Se reclama una política industrial clara y un régimen tributario que promueva el modelo agroindustrial para posicionar a Paraguay como proveedor de alimentos con valor agregado, expresa.
A modo de ilustración señala que en 2016 las industrias aceiteras argentinas importaron cerca de 650.000 toneladas de soja local; en 2017 aumentó a 1,4 millones de toneladas y en el 2018 el flujo de soja paraguaya en estado natural hacia el vecino país alcanzó su nivel histórico, con 3,76 millones de toneladas, de enero a octubre.
“Este valor supera por casi medio millón de toneladas la molienda de soja en las industrias paraguayas en el mismo periodo y es incluso superior a los 3,64 millones de toneladas que estimamos procesarán nuestras industrias durante todo el año. Así, en 2018 se procesará más soja paraguaya en Argentina que en Paraguay”, advierte Cappro.