La nueva normativa del Poder Ejecutivo, que dio a conocer, el día 29 de abril último, apunta a involucrar a todos los estamentos en el cumplimiento de lo que dispone la Ley 5098/13, para que no se sobrepase el tope de déficit fiscal de 1,5% del producto interno bruto (PIB).
En su Art. 2º, el decreto establece que el cumplimiento de las reglas macrofiscales previstas en el Art. 7º de la Ley Nº 5098/13, deberá ser observado en cada etapa del proceso presupuestario: en el decreto de lineamientos; en la elaboración de los anteproyectos de presupuesto de los organismos y entidades del Estado; en la consolidación de los anteproyectos por parte del Ministerio de Hacienda para su remisión al Congreso y en el estudio y aprobación por parte del Congreso.
Las reglas macrofiscales son tres: 1) el déficit fiscal anual de la administración central, incluidas las transferencias, no será mayor que el 1,5% del PIB estimado para ese ejercicio fiscal; 2) el incremento anual del gasto corriente primario del sector público no podrá exceder a la tasa de inflación interanual más el 4%. El gasto corriente primario se define como gasto corriente total excluido el pago de intereses.
En tanto, la regla número 3 dispone que no se podrán incorporar incrementos salariales, excepto cuando se produzca un aumento en el salario vital mínimo y móvil vigente. El aumento será como máximo en la misma proporción y se incorporará en el presupuesto del siguiente ejercicio fiscal.
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En lo que respecta al déficit, los técnicos de Hacienda ya adelantaron que enviarán el proyecto ajustado a
estas reglas macrofiscales y esperan que el Congreso mantenga las cifras para evitar un aumento del déficit.
El año pasado, los parlamentarios aprobaron el presupuesto 2014 con un déficit de 2,6%, muy por encima del tope fijado en la ley.
En Hacienda estiman que al final del ejercicio el mencionado saldo rojo se reducirá a 1,7%, mediante el control del gasto y aumento de la recaudación, de tal modo a que en 2015 se cumpla efectivamente lo que dispone la ley de responsabilidad fiscal, aunque la citada legislación ya obliga a cumplir a partir del actual ejercicio.