Que Marito no vuelva a traicionar al Paraguay

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En la fecha se reúnen en Foz de Yguazú el presidente Mario Abdo Benítez y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, supuestamente para observar el avance de 40% que tiene el segundo puente sobre el río Paraná, que unirá dicha ciudad brasileña con Presidente Franco, en nuestra margen. Pese al descrédito público de su gestión de Gobierno en las entidades binacionales, en particular con relación a Itaipú, Marito tiene que aprovechar esta ocasión para demostrar al pueblo paraguayo que aún tiene propósito de enmienda en el sentido de no volver a comprometer los intereses del Paraguay con traiciones y humillaciones, a través de concesiones previas a su par brasileño, como lo hizo con la suscripción del acuerdo secreto vendepatria conocido como Acta Bilateral del 24 de abril de 2019.

En la fecha se reúnen en Foz de Yguazú el presidente Mario Abdo Benítez y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, supuestamente para observar el avance de 40% que tiene el segundo puente sobre el río Paraná, que unirá dicha ciudad brasileña con Presidente Franco, en nuestra margen. Para el efecto, tienen programado sobrevolar el sitio.

Aunque por el anuncio se trata de un programa meramente protocolar, el encuentro será una ocasión para que ambos discutan asuntos de máximo interés bilateral, muchos de los cuales tal vez en el más estricto secreto, sea por tratarse de asuntos estratégicos, sea porque negocien alguna matufia de conveniencia personal. Y es sabido que entre Estados no hay amistades, sino intereses. En las relaciones bilaterales, el fin prima sobre todas las otras consideraciones.

Pese al descrédito público de su gestión de Gobierno en las entidades binacionales, en particular con relación a Itaipú, Marito tiene que aprovechar esta ocasión para demostrar al pueblo paraguayo que aún tiene propósito de enmienda en el sentido de no volver a comprometer los intereses del Paraguay con traiciones y humillaciones, a través de concesiones previas a su par brasileño, como lo hizo con la suscripción del acuerdo secreto vendepatria conocido como Acta Bilateral del 24 de abril de 2019. Motivo más que suficiente para temer estos encuentros. ¡Cómo puede olvidarse que, tras firmarse el malhadado documento, para defender su inaceptable postura, Marito abofeteó a todos los paraguayos colocándolos a la altura de “pillos y peajeros”!

El Jefe de Estado tiene temas importantes de interés común que plantear a Bolsonaro. Ojalá también aproveche la oportunidad para reflexionar acerca de la repudiable actitud asumida últimamente con el veto al proyecto de ley que incorpora al Presupuesto nacional el rubro asignado a nuestro país con el nombre de “gastos socioambientales”, que es administrado en forma discrecional, entre cuatro paredes, por las autoridades de la entidad binacional y las del Gobierno de turno.

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Es excelente la ocasión para que Marito le pregunte a Bolsonaro qué hace su Gobierno con los fondos socioambientales que recibe de Itaipú. Probablemente, el mandatario brasileño le responda que no tiene por qué rendirle cuentas sobre la utilización de recursos que pertenecen a su país. Todo lo contrario a lo que piensa nuestro presidente, que cree tener que pedirle permiso a los brasileños para su uso.

Su veto al proyecto de ley que incorpora los gastos socioambientales al Presupuesto nacional, sin embargo, no causó mayor sorpresa en la opinión pública paraguaya, que más bien lo daba como un hecho, habida cuenta de que desde el inicio de la construcción de las dos centrales hidroeléctricas, los gobiernos de Brasil y de Argentina optaron por implantar en la administración de las mismas el germen de una corrupción “estratégica”, a los efectos de cooptar permanentemente a los venales gobernantes paraguayos y sus adláteres nominados en la administración de las usinas, asignando a estos salarios estratosféricos, superiores a los de los más altos dignatarios de la nación, incluido el propio Presidente de la República. Marito no solo ha vetado la ley sino, para mayor gravedad, su jefe de Gabinete Civil, Juan Ernesto Villamayor, anunció que si el Congreso rechaza el veto –el Senado ya lo hizo–, ¡Marito apelará ante la Corte Suprema de Justicia, argumentando inconstitucionalidad!

Si esta es la actitud del Presidente y de sus colaboradores acerca de una cuestión tan importante para el país, como lo es el empleo del dinero que generan, es para sospechar y mirar de reojo la entrevista que sostendrán hoy los dos presidentes.

En tal sentido, recordemos que la estratagema de las prebendas funcionó muy bien durante la fase de construcción de las represas, cargando a cuenta de los costos directos de las megaobras civiles y electromecánicas los costos indirectos no vinculados a las mismas, lo que benefició muchísimo al Brasil. El país vecino se adjudicó grandes obras viales, otorgando al nuestro algún premio consuelo en la materia. No debe descartarse que la historia se repita frente a la próxima renegociación del Anexo C de Itaipú. Más aún cuando nuestras autoridades y las de las entidades binacionales están defendiendo con uñas y dientes que permanezca bajo su administración el premio mayor, cotejable a una verdadera coima, como son los fondos socioambientales. Y podemos imaginar los incentivos que se vendrán de cara a la renegociación del Anexo C: muchos se estarán relamiendo y restregando las manos ante tal perspectiva.

Los fondos socioambientales se han manejado siempre como la “caja chica”, o “grande”, como se mire, para que el Jefe del Ejecutivo paraguayo y sus allegados puedan disponer a su entera discreción de al menos unos US$ 100 millones fuera del Presupuesto, sin control alguno.

Ante tantos reveses que ha sufrido nuestro país en los emprendimientos energéticos con nuestros vecinos, es de esperar que en la reunión de hoy, nuestro Presidente no caiga en los juegos de manos que pueda realizar el brasileño, de modo a evitar que este nos “vacune” con un covid diplomático extraído de su galera. La experiencia nos indica que los ciudadanos y las ciudadanas deben estar más vigilantes que nunca.