Obispo de Caacupé pide orar por la pacificación de nuestro país

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Decenas de promeseros  llegaron vestidos con trajes elaborados de plumas y con llamativas máscaras.  Danzaron al son de tambores, platillos, organillos y armónica.
Decenas de promeseros llegaron vestidos con trajes elaborados de plumas y con llamativas máscaras. Danzaron al son de tambores, platillos, organillos y armónica.Archivo, ABC Color

El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, lamentó ayer el ambiente de convulsión que se vive en nuestro país e instó a orar por la pacificación social.

EMBOSCADA, Cordillera (De nuestra redacción regional). Cientos de devotos de San Francisco Solano celebraron ayer el día del protector de los pobladores de la populosa compañía Minas de este distrito. La misa central fue presidida por el obispo de Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela.

El pastor católico lamentó que nuestro país esté experimentando un ambiente de convulsión social e instó a orar por la pacificación, en alusión clara a las últimas manifestaciones de taxistas en Asunción y otras ciudades.

En otro momento invitó a los padres de familia a reflexionar sobre las enseñanzas y educación que les están dando a sus hijos. Señaló que debe cuestionarnos, a todos, la gran cantidad de jóvenes delincuentes y asaltantes en nuestro país, así también la inmensa cantidad de jóvenes discapacitados por accidentes ocasionados por acciones temerarias al conducir motocicletas y ante el silencio cómplice de sus padres.

El prelado mencionó que urge que se apliquen correcciones fraternas a los hijos y también una educación basada en los valores, como la honestidad, la tolerancia, la mansedumbre y otros. Subrayó que solo así se podrá lograr una transformación de la sociedad que cada día se deteriora más.

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El ritual del guaicurú ñemonde marca la fiesta en homenaje a San Francisco Solano en la compañía Minas. Cientos de personas procedentes de diferentes puntos de nuestros país asistieron a la peculiar misa y de la procesión de la imagen de Francisco Solano, encabezadas por los promeseros vestidos con trajes decorados con plumas de gallinas y con máscaras.

Al final de la celebración los promeseros hicieron el baile de los guaicurúes al son de tambores, organillos, platillos y armónica.

El rito ancestral del guaicurú ñemonde proviene de los antiguos pobladores descendientes de africanos que desembarcaron en el antiguo puerto Arecutacuá de este distrito. Es la principal atracción de la fiesta y en los últimos años cobró trascendencia internacional.

Los preparativos para esta tradicional celebración duran todo el año, teniendo en cuenta que solo la confección de los atuendos demanda cuatro a cinco meses.

Cada año aumenta la participación de niños disfrazados de guaicurú para cumplir promesas hechas por sus padres al santo a cambio de la sanación de alguna enfermedad. Los mayores lucen máscaras en señal de deseo de renovación de su fe en San Francisco Solano.

Aboga por solución de conflicto

El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, oró también por los taxistas y autoridades de la Comuna asuncena para que resuelvan el conflicto que pone en vilo a la ciudadanía. En un momento de la celebración eucarística central en honor de San Francisco Solano, invitó a las partes a dialogar para lograr a un acuerdo. “Este conflicto ya está teniendo ribetes violentos, por lo que pedimos al Señor que les dé la sabiduría necesaria a los negociadores para encontrar una solución favorable para todos”, expresó en referencia a las situaciones de agresión generadas entre trabajadores del volante que están en contra del funcionamiento del Uber y MUV en la capital y otros distritos de nuestro país.