BAHÍA NEGRA, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). El barco Aquidabán parte los viernes después del mediodía de esta comunidad, distante 900 kilómetros de Asunción. Las personas que desean viajar a la capital de nuestro país o a otros puntos del territorio nacional utilizan este medio de transporte con frecuencia, principalmente en los largos periodos de aislamiento.
La comunidad queda incomunicada durante meses en temporadas de lluvia debido a la falta de caminos de todo tiempo. Además, los vuelos del Servicio de Transporte Aéreo Militar (Setam) se suspenden por la carencia de un aeropuerto pavimentado.
El viaje en barco, que parece un mercado ambulante, es toda una odisea por la incomodidad debido al poco espacio. Los camarotes, que son muy pequeños, son reservados con varios días de anticipación y los pasajeros deben formar largas filas para poder utilizar los dos sanitarios.
La travesía dura más de 24 horas desde Bahía Negra al puerto de Vallemí (Concepción), donde gran mayoría de los pasajeros descienden para abordar alguna unidad de transporte público para continuar viaje.
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Cuando el destino final es Bahía Negra, el tiempo del viaje prácticamente se duplica porque se debe remontar aguas arriba.
En esta comunidad, así como en todo Alto Chaco, no existen industrias, por lo que escasean las fuentes de empleo con ingresos seguros.
Bahía Negra se encuentra en un recodo del río Paraguay y en el corazón del pantanal paraguayo. Los pobladores se dedican a labores ocasionales en los establecimientos ganaderos del distrito y otros, principalmente indígenas, sobreviven de la pesca.
Mayoría aborigen
La población de Bahía Negra es poco más de 3.000 habitantes y está compuesta en un 60% por nativos de la etnia Ishir o Chamacoco.
Amor al terruño
Don Antonio Suárez es un antiguo poblador de la comunidad. Dijo que se resisten a alejarse o a buscar mejores horizontes porque aman este terruño privilegiado por la naturaleza, a pesar del abandono estatal que sufren desde hace años.
Es oriundo de Caazapá y desde 1966 vive en esta localidad. Se dedica a la ganadería en pequeña escala.
Dijo que durante la dictadura del general Alfredo Stroessner la población tenía mayor desarrollo, ya que en esa época se construyó el hospital del Instituto de Previsión Social (IPS), el Setam realizaba tres viajes semanales y había travesías confortables en dos buques de la Flota Mercante del Estado.
En la comunidad se tenía un destacamento de la Marina con más de 300 efectivos, con lo que se garantizaba la seguridad de la población.
Actualmente el número de militares no supera 20, el avión viene solo una vez por semana, los dos buques desaparecieron y el local del IPS se cae a pedazos, dijo.
El lugareño se quejó también de la ola de abigeato que crece en la zona y que perjudica a todos los ganaderos sin distinción, principalmente a los que trabajan en pequeña escala.
Solicitó que el Gobierno nacional realice inversiones importantes dentro del distrito, en especial en materia de vialidad. Clamó por la construcción de un aeropuerto de todo tiempo.
