ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). Las tres imágenes talladas en madera que se encuentran en la Catedral de esta ciudad fueron evaluadas por la antropóloga Lorena Salvatelli, especialista en materia de misiones jesuíticas en la región. La experta es oriunda de la ciudad argentina de Posadas.
Los tallados fueron realizados por nativos guaraníes y corresponden a imágenes de San Miguel Arcángel, Santa Bárbara y un retablo con una Virgen María con el Niño Jesús junto con algunos ángeles, además de un misionero jesuita, que sería San Ignacio de Loyola.
Las obras corresponderían a las imágenes que pertenecían a la Reducción de Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa, nombre con que originalmente se denominó a la reducción jesuítica fundada por el misionero Roque González de Santa Cruz, el 25 de marzo de 1615. Los tallados habrían sido inventariados durante la expulsión de los misioneros jesuitas del Paraguay, en 1767.
Salvatelli, en su conclusión, señala que las obras son auténticas, y advierte en las mismas la presencia de hongos, fisuras, faltante de pinturas, y algunos daños estructurales que requieren de una intervención de un profesional especializado en conservación.
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Las tres esculturas se encuentran actualmente a resguardo, fuera del acceso al público y bajo llave en uno de los costados de la nave principal de la iglesia por razones de seguridad, atendiendo que el robo de imágenes jesuíticas por parte de proveedores de coleccionistas privados es una constante.
El párroco de la Catedral, presbítero Gilberto Penayo, señaló que efectivamente existe una iniciativa de la Gobernación de Itapúa y la Secretaría Nacional de Turismo para la puesta en valor de las imágenes y disponer su exposición al público como una reliquia histórica.
Dijo que en ese contexto estuvo una antropóloga realizando unos estudios de las imágenes, “pero todavía nosotros no accedimos a los resultados de ese informe”, expresó.
Penayo no descartó la posibilidad de que estas obras sean integradas a un circuito turístico, tal como plantea la Gobernación, en el marco de un acuerdo entre la institución y la diócesis.