Precariedad total en Chaco’i

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El sanitario del Colegio Nacional Inmaculada requiere de urgente mantenimiento.
El sanitario del Colegio Nacional Inmaculada requiere de urgente mantenimiento.

Padres, docentes, alumnos y directoras del colegio Inmaculada y escuela Carlos Fernández de Chaco’i, con autogestión tratan de paliar las carencias, como sanitario, agua potable, mobiliario y ventiladores. Hasta ahora sufren las secuelas de la última inundación, que llegó a su nivel más alto en mayo.

CHACO’I, Villa Hayes (Gladys Villalba Jara, corresponsal). El Colegio Nacional Inmaculada y la Escuela Carlos Fernández funcionan en un mismo predio. La primera institución tiene 31 alumnos y la segunda 132; en total 163 estudiantes.

La escasez de agua potable, especialmente en temporada veraniega, es el mayor de los dramas que soportan. Las instituciones están conectadas a la red de la Junta de Saneamiento de José Falcón, que se encuentra sobrepasada en su capacidad de abastecimiento.

Los estudiantes y docentes acuden a clases con termos cargados con agua. Los directores y padres de alumnos compran más de diez bidones de agua de 20 litros para el consumo semanal, a un costo de G. 10.000 cada envase.

Las instituciones no tienen tanques para recolectar el vital líquido y ni siquiera pueden realizar el aseo de las instalaciones debido al déficit del servicio.

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La directora del colegio es Graciela Kulik y de la escuela Marcelina Gaona. Coincidieron en indicar que en varias ocasiones solicitaron asistencia a la Gobernación de Presidente Hayes y a la Municipalidad de Villa Hayes, pero fueron ignoradas. Por ejemplo, la merienda escolar llegó recién a vuelta de las vacaciones de invierno y el almuerzo hace apenas un mes, supuestamente porque faltaban frutas.

En el colegio urge la reparación de techo en el primer bloque, donde además todos los vidrios de las ventanas están rotos. También el sistema eléctrico debe ser arreglado y el mobiliario reparado y renovado.

Alumnos y docentes utilizan el precario baño que no dispone de agua y cuyas puertas, accesorios y paredes están en malas condiciones.

En la escuela, las vigas de una sala que fue construida hace cinco años tiene termitas y corre peligro de derrumbe.

“Las necesidades nos sobrepasan. Chaco’i está sumido en el olvido. Luego de las inundaciones volvimos a la escuela y gastamos casi un millón para recuperar algunas cosas, eso no nos da el Ministerio de Educación. Cada vez tenemos menos alumnos porque por culpa de las inundaciones se mudan a otras localidades y otras escuelas”, manifestó Gaona.

Agregó que durante la crecida del río Paraguay ambas instituciones quedaron bajo agua y la Comuna de Villa Hayes no los asistió. Alumnos y docentes se refugiaron en “aulas móviles (carpas)” que fueron instaladas en el patio de una familia a unos cinco kilómetros del lugar. Luego, padres y docentes compraron chapas y maderas para levantar precarias aulas.

Tratamos de hablar con el intendente, pero no atendió nuestras llamadas telefónicas. Estamos abiertos en caso de que desee referirse a los reclamos.