Concejal de Roque Alonso amenaza a empleado del club de campo Surubi’i

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Juan Walberto Zárate (colorado cartista), concejal.
Juan Walberto Zárate (colorado cartista), concejal.

El concejal municipal de Mariano Roque Alonso Walberto Zárate (ANR) fue denunciado por un empleado del club de campo Surubi’i por presunta amenaza. Según el trabajador fue agredido en forma verbal y amenazado con un arma de fuego por el edil luego de pedirle que se identifique para ingresar al sitio. Zárate lo niega.

El lamentable hecho que involucra nuevamente al polémico concejal de Mariano Roque Alonso Juan Walberto Zárate (colorado cartista) ocurrió el sábado 28 de diciembre pasado, a las 21:00 aproximadamente. Fue en el acceso principal al club de campo Surubi’i, ubicado en Mariano Roque Alonso.

Según la denuncia realizada en la comisaría 10ª de la ciudad, el trabajador identificado como Marcos Benítez estaba en la portería del sitio, cuando una camioneta de la marca Toyota color negro modelo Hilux llega con intenciones de ingresar al club. El vehículo era conducido por el actual edil comunal y exintendente roquealonseño destituido en el año 2009 luego de numerosas denuncias de corrupción en su administración al frente de la Comuna.

El empleado solicitó amablemente al concejal identificarse para poder consignar en la planilla de registros. Zárate muestra su cédula de identidad en forma rápida sin dar tiempo al trabajador a anotar los datos requeridos.

El guardia insiste al edil comunal respecto a sus datos, cuando este último ya en forma prepotente se niega y comienza a amenazarle, de acuerdo a la denuncia.

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El concejal municipal incluso en un momento dado escupió en la cara a Benítez y amenazó con bajarse de su camioneta para “meterle plomo” exhibiendo un arma de fuego, según el afectado.

Zárate, en su afán de ingresar en forma prepotente al sitio, comenzó a lanzar todo tipo de improperios y bloqueó el acceso al club de campo por varios minutos, según imágenes de seguridad del lugar.

El edil comunal luego aceptó hablar con el jefe de seguridad del sitio, Teodoro Coronel, a quien le dice que iba a retirarse cuando llegue una patrulla de la Policía Nacional. Sin embargo, tal hecho no ocurrió y Zárate finalmente desistió de su intención de ingresar al sitio.

Zárate Núñez es conocido por su prepotencia y por protagonizar desórdenes. Años atrás atropelló el centro de salud de la comunidad y encabezó la ocupación de una propiedad privada, según los antecedentes.

En el año 2015 también fue filmado cuando protagonizó un altercado con un policía de Tránsito de Mariano Roque Alonso, al que humilló y golpeó con su propia gorra.

Zárate, por mucho tiempo gozó de la protección del exsenador Óscar González Daher (colorado cartista), procesado por enriquecimiento ilícito.

En uno de los audios filtrados de González Daher se escucha como este hizo tráfico de influencia con jueces para proteger al concejal municipal.

Soy “propietario”

El concejal municipal Walberto Zárate (ANR) negó la amenaza al trabajador. Dijo que solo tenía intenciones de ingresar a su propiedad, ubicada dentro del club de campo Surubi’i.

Afirmó que lo único que hizo fue negarse a entregar su cédula de identidad al portero porque, según él, la única institución que puede solicitarle es la Policía Nacional. Agregó que tras el hecho, esa misma noche, también realizó su denuncia en la comisaría zonal.

“Donación” con olor a soborno

El concejal municipal Walberto Zárate (colorado cartista) logró acceder a un terreno dentro del club de campo Surubi’i tras una supuesta “donación” del arquitecto Juan María Fadul Niella. La entrega que también benefició a otros ediles comunales era con el supuesto propósito de desarrollar un proyecto inmobiliario urbano de inclusión social.

La “donación” de lotes, sin cumplir con la superficie mínima establecida en el reglamento del Club de Campo, fue calificada como una especie de soborno porque curiosamente los concejales planteaban la anulación de la resolución N° 134/2010 en la cual se reconoce a la Urbanización Surubi’i como un club de campo. El pedido finalmente no prosperó.