SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). La promulgación de la Ley 2162/2019, conocida como la “Ley Anita”, el 30 de noviembre del 2019, generó la posibilidad de que los trasplantes aumenten. La legislación reglamenta el trasplante de órganos y tejidos anatómicos humanos en el Paraguay, autoriza al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) a disponer como donantes presuntos de los pacientes con muerte encefálica de 18 años en adelante, a no ser que se haya manifestado lo contrario en vida.
En el caso de los niños, el procedimiento depende de la voluntad de los padres.
La normativa fue inspirada en Anita Almirón, quien padecía una grave enfermedad y esperaba un corazón. Falleció a la edad de seis años en abril del año 2013 en la espera de un donante para trasplante. Paradójicamente la legislación no beneficia a los niños.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud Pública, en el 2018 la tasa de donación y trasplante de órganos fue de 1,85, mientras que en el 2019 llegó a 3,8. Es decir, se duplicó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, doctor Gustavo Melgarejo, dijo que se debe dejar la improvisación y trabajar otras líneas de acción, como la educación. Para la procuración de órganos de menores de edad es necesario romper la barrera del idioma para llegar tierra adentro, mediante una campaña sostenida, con el mensaje de que donar órganos salva vidas, indicó.
Positivo y esperanzador
Como un punto positivo e histórico, el doctor Melgarejo resaltó que desde este año el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) contempla en su calendario escolar la recordación del “Día Nacional del Donante de Órganos”, el 12 de setiembre. Incluso se prevé que dentro del programa de estudios vigente, en la materia medio natural y salud, del primer y segundo ciclo, se trabaje en nociones referidas a la donación de órganos y tejidos, que-dijo-irán dando sus frutos.
Otro aspecto positivo de la Ley Anita es que actualmente solo 15% de los trasplantes renales se hace con donante vivo; hasta el 2017 era el 50%. Los nuevos criterios son muchos más exigentes para dar el visto bueno para que un donante vivo pueda dar a su familiar.
De hecho no se acepta que una persona joven done órganos a sus padres, precisó.
El donante vivo es una opción para los renales, pero hay que tener presente que no debe tener consecuencias en el futuro para la salud del donador, que puede ocurrir si llega a padecer diabetes u otras enfermedades muy actuales.
El doctor Gustavo Melgarejo acotó que para seguir avanzando en la material de donación de órganos, los hospitales deben contar con las condiciones y la infraestructura para mantener al donante y hacer el trasplante.
En este sentido dijo que principalmente urge formar a más especialistas, ya que solamente se cuenta con 20 profesionales habilitados para trasplante de órganos y tejidos. La mitad tiene especialidad en trasplante de órganos y muchos de ellos se formaron en el exterior, como el caso de implante de hígado.
“Estos pocos profesionales están haciendo mucho, y eso es loable. La institución nunca tuvo una mentalidad de apertura y tampoco aspiró a crecer, y eso es lo que queremos hacer; ser abiertos y ampliar. Incluso llegar a coordinar con las cabeceras departamentales, pensando en un proyecto de diez años”, dijo el doctor Melgarejo.
Paraguay, el de menor porcentaje
Paraguay, con 3,8% por millón de habitantes, continúa siendo el país con menor tasa de donación de órganos en la región. Argentina tiene 17%, pero, según el doctor Gustavo Melgarejo, con 30 años de funcionamiento del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante es el organismo que impulsa, normaliza, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en dicha nación vecina. El de mayor tasa a nivel mundial es España, con 45% por millón de habitantes, de acuerdo a los datos oficiales que maneja el Ministerio de Salud Pública.
