En la zona existen más de diez tachos para que la gente pueda depositar su basura, pero no las usan.
Las latas de cervezas tal vez sean los residuos que menos tiempo quedan en las playas porque existen recicladores que las juntan y venden, pero en lo concerniente a otros desechos, tanto o más peligrosos, como las bolsas de plástico, irremediablemente terminan en el agua y así contribuyen con la contaminación del recurso hídrico.
El administrador de la playa Pacucuá, Daniel Arévalos, señaló que mejoraron en cuanto a la limpieza del sitio en comparación al año pasado pero admitió que la tarea no es fácil.
Indicó que 21 funcionarios, entre encargados de limpieza, seguridad de playa y mantenimiento, trabajan en la zona. “Por lo general todos cooperamos para mantener limpia la playa, aun cuando no es tarea específica de algunos funcionarios”, dijo.
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Añadió que “es complicado limpiar la arena” porque hay tipos de basuras, como las colillas de cigarrillos, que son difíciles de recoger.