Los encargados de la aguatera instalaron un equipo nuevo, pero también tuvo inconvenientes, señalaron.
La Junta de Saneamiento es presidida por el dirigente colorado Juan Gualberto Ortiz. Al igual que los integrantes de la comisión directiva, está en el cargo desde hace aproximadamente 10 años.
Los pobladores relataron que el servicio de provisión de agua nunca fue muy eficiente, pero que desde hace diez días no sale ni una gota de los grifos. Ninguna vivienda cuenta con medidor y existen dos tarifas fijas: G. 20.000 y G. 35.000, dependiendo del tipo de casa.
La falta del vital líquido hace que las personas se ingenien para acarrear agua cruda desde el río Paraguay, utilizando cualquier tipo de vehículos y recipientes. Algunos incluso encontraron un buen negocio en la recarga de tambores de 200 litros, G. 10.000 cada uno.
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Los 200 litros son insuficientes para una familia con un promedio de cuatro integrantes. Por lo general pagan por tres recargas diarias.
El efecto negativo del pésimo servicio de la Junta de Saneamiento afecta en mayor medida a las familias de escasos recursos económicos de la ciudad. No tienen forma de pagar por recargas de tambores y tienen dificultades para acarrear lo necesario desde el río.
Intentamos hablar con algún responsable de la aguatera, pero todos se negaron a referirse al tema.
