En su denuncia, Insfrán relató que acudió al museo-biblioteca que estaba montado en la comunidad, con la intención de recolectar información. Pero, según dice, al solicitar ingresar, una funcionaria le informa que el museo ya no existe y que, tras la muerte del último excombatiente, todo fue desmontado.
La denunciante afirmó que, al no encontrar respuesta, fue hasta otro lugar, y allí encontró las fotografías tiradas a la basura. Insfrán adjuntó una imagen como supuesta prueba. Luego, en una edición de su misma publicación, agrega: “Tengo entendido que ordenaron meter las fotos en una bolsa luego de esto, en la planta de tratamiento... Esta foto yo pude conseguir”.
Insfrán reconoció que la fotografía no tomó ella, sino le enviaron como denuncia. Dijo que fue hasta la planta de tratamiento con intenciones de corrobarlo, pero no le permitieron el acceso.
Indicó que cuando acudió al sitio, el secretario de la Comuna, Jorge Bogarín, le afirmó que las bolsas ya fueron retiradas por la directora de Cultura, Fátima Pérez.
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A su turno, Fátima Pérez reconoció que algunas de las fotografías, efectivamente, fueron sacadas del museo, pero para su restauración. Dijo que las fotografías estaban guardadas en el local de Camuani (Centro de Capacitación a la Mujer y Atención a la Niñez).