Numerosos ganaderos del Chaco están sin agua y forraje para sus animales

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Un tajamar totalmente seco dentro de un establecimiento ubicado en el distrito de Filadelfia, uno de los más golpeados por la falta de lluvias.
Un tajamar totalmente seco dentro de un establecimiento ubicado en el distrito de Filadelfia, uno de los más golpeados por la falta de lluvias.

La situación en el Chaco es difícil debido a una temprana sequía; en algunas zonas no hubo ni una gota de lluvia en lo que transcurrió del año 2020. En el sector ganadero la situación es muy crítica. El efecto del covid-19 es solo una añadidura a una realidad climática, que comenzó a impactar antes de la cuarentena.

FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Los chaqueños están viendo que la sequía es mucho más impactante que la cuarentena por el covid, según indicó Egon Neufeld, presidente de la Expo Rodeo Trébol. Señaló que los propietarios soportan una limitación de agua y forraje que es consecuencia de la falta de lluvias.

“Ninguna reserva importante ni de silaje ni de heno correspondiente se pudo hacer para aguantar el invierno, que normalmente sabemos es de cinco meses en el Chaco”, dijo el ganadero.

Si hubiese esta reserva forrajera, igualmente el costo de darle una comida de heno cara a los animales para una coyuntura de ganado barato tampoco cerraría los números desde el punto de vista financiero, indicó Neufeld.

Mencionó que los ganaderos largan a veces los animales al bosque para que encuentren algo de comida para sobrevivir. En cuanto al agua, en muchas propiedades la recolección depende exclusivamente de las lluvias, pero como en lo que va de este año no se registraron precipitaciones los tajamares están vacíos.

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Esto es peor de lo que ocurre en materia de alimentos para los vacunos porque sin el agua es una cuestión de días el animal muere, explicó el ganadero.

En muchas propiedades del vasto territorio desde Línea 1 de Agua Dulce (Alto Paraguay) hasta Pozo Hondo (Boquerón) se presenta esta característica, aunque en algunos lugares muy específicos hubo lluvias importantes.

No hubo despido del personal

Egon Neufeld indicó que la mayoría de los ganaderos prácticamente no despidió su personal, sino redireccionaron las actividades. Refirió que los peones ahora deben estar mucho más atentos porque las vacas se debilitan, pierden peso, entonces debe alimentarlas y bombear agua de un lado a otro para sectores que se desabastecen más rápido o para el vecino que ya no tiene.

“La activad se hace más intensa, es más especifica y uno no puede fallar porque en tres días de no observar ya puede haber 30 o 50 animales caídos, muertos”, explicó.