SAN MIGUEL, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El oratorio fue construido durante la época colonial por las reducciones jesuíticas y en el año 2015 fue sometido a una restauración que demandó una inversión final de G. 4.500 millones. La obra estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), pero pese a la revitalización y a ser considerado un atractivo turístico permanece cerrado porque falta definir qué institución debe cuidar y mantener el antiguo templo.
Con el trabajo se recuperó la cúpula, aberturas, maderas, puertas, ventanas, tejado y los pilares.
El objetivo de la recuperación era revitalizar para promocionar el sitio como atractivo turístico por ser un patrimonio histórico cultural de la ciudad. La recuperación se realizó en el marco de la puesta en valor del patrimonio histórico y religioso de esta ciudad.
De acuerdo a estudios arqueológicos era un templo amplio en medio de la plaza central, actual San Miguel Arcángel. Fue ampliado en el año 1852 durante el gobierno de don Carlos Antonio López. En el siglo pasado sufrió varias transformaciones hasta que fue clausurado por el deterioro de la cúpula y el techo.
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En el año 1970 se construyó otra iglesia, quedando el oratorio adosado detrás del nuevo templo.
El intendente de San Miguel, Julio César Ramírez (ANR), señaló que falta una definición de la Iglesia católica con respecto a la administración del patrimonio y por eso permanece clausurado al público desde su restauración, en el año 2015.
Añadió que hace unos tres meses se formó una comisión que realizó trámites en la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) a fin de gestionar ante las autoridades de la Iglesia católica paraguaya que el oratorio pase a cargo de la Municipalidad. Después vino la pandemia del covid-19 y quedó paralizada la gestión, dijo Ramírez.
Añadió que así como está la municipalidad no puede hacerse cargo del templo. Según el intendente, se tiene que definir para asumir un compromiso, presupuestar el mantenimiento, asignar funcionarios encargados y restaurar de nuevo la parte dañada.
El intendente dijo que un gajo de un árbol se cayó por el techo y causó daños. Adentro no se sabe en qué condiciones se encuentra porque está cerrado, expresó.
El párroco de San Miguel, presbítero Mario Núñez, indicó que se había formado una comisión con representantes de la municipalidad, la parroquia, el Centro Sanmiguelino de Residentes en Asunción y la Diócesis de Misiones y Ñeembucú para dejar definido la responsabilidad de la administración del templo. Con la pandemia del coronavirus ya nadie movió nada”, indicó el sacerdote.
Añadió que a comienzo de año funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) verificaron las condiciones en que está el templo, pero quedó en eso.
