VILLARRICA (Antonio Caballero, corresponsal). La Azucarera Friedmann SA se constituyó por décadas en un ícono del desarrollo socioeconómico de gran parte del departamento de Guairá. La planta industrial, que se encuentra en el barrio Estación de esta ciudad, fue fundada en el año 1910 por el inmigrante húngaro Jacobo Friedmann.
Rodolfo Max Friedmann Cresta anunció que la firma industrial entraría en cesación de pagos en mayo a raíz de la falta de liquidez. Agregó que existe un 99,99% de posibilidad de que la molienda no se inicie este año.
El polémico empresario dijo que el problema económico de la fábrica se debe al ingreso masivo de azúcar de contrabando desde Brasil y Argentina. Friedmann Cresta señaló que con el cierre de la fábrica, fundada en el año 1910 por su bisabuelo Jacobo Friedmann, se dejará sin puestos de trabajo a 420 empleados permanentes y 700 personas que son contratadas en época de zafra.
El empresario manifestó que, irónicamente, en el Paraguay está prohibida la importación de azúcar, pero empresas fabricantes de refrescos o bebidas gaseosas utilizan productos de origen brasileño, que compran de un supuesto ingenio de Ciudad del Este.
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Friedmann indicó que tiene identificada plenamente a la firma y si el Gobierno quiere hacer bien las cosas solamente debe verificar la capacidad de molienda del supuesto ingenio. Después debe controlar cuánto de azúcar vende por año a los fabricantes de refrescos, incluyendo la fábrica del nuevo presidente de nuestro país, Horacio Cartes, dijo.
El empresario, que fue gobernador del Guairá en el periodo 1993-1998, dijo que solamente hace falta hacer un análisis del azúcar que vende esta firma altoparanaense para determinar que es del vecino país. Comentó que con el precio pagado el año pasado por la caña de azúcar, el edulcorante se podía vender a G. 250.000 la bolsa de cincuenta kilos y los supermercados de Asunción están recibiendo la misma cantidad por G. 100.000, IVA incluido.
“¿Cómo podemos sobrevivir con esa plata? Los fabricantes de gaseosa están comprando azúcar industrial, un producto con menos impurezas, a 180.000 guaraníes la bolsa y nosotros por esa plata no podemos producir ni azúcar común”, añadió Friedmann.
Para vender a G. 180.000 la bolsa se tiene que pagar a G. 140.000 la tonelada de caña de azúcar. Sin embargo, los productores quieren comenzar la zafra vendiendo a G. 220.000 la tonelada de la gramínea, explicó.
El empresario destacó que este año la fábrica cumple 103 años de funcionamiento y que es un símbolo de Villarrica. Primero fue una destilería de alcohol y en el año 1926, 16 años después de su creación, se convirtió en ingenio azucarero.
Friedmann Cresta dijo que la planta industrial que permitió a miles de personas acceder al pan de cada día durante más de un siglo está al borde de cerrar sus puertas a consecuencia de la desidia de las autoridades nacionales. Añadió que otras empresas del país, como aceiteras, desmotadoras y otras, están siendo asfixiadas por el ingreso ilegal de productos.
El empresario pidió al Gobierno acciones concretas para frenar el contrabando de azúcar para poder seguir trabajando.
Tres ingenios en el Guairá
En el departamento Guairá están instalados tres ingenios: Azucarera Paraguaya SA (Azpa), Iturbe, y Friedmann SA.
Azpa e Iturbe también sufren las consecuencias del contrabando, pero mediante el trabajo conjunto con los cañicultores de la región logran subsistir.
En el caso de Iturbe, los propietarios denunciaron que la marca es constantemente utilizada para embolsar azúcar convencional de contrabando, pero la industria solo produce la variedad orgánica.