MINGA GUAZÚ (De nuestra redacción regional). Una larga caravana de vehículos y carros hidrantes de diversas dotaciones acompañó el traslado de los restos de los jóvenes Arnaldo Riveros Valiente y Ronald Aguilera Cristaldo, fallecidos en la tarde del sábado, al caer al secadero de un silo que almacenaba arroz en esta localidad.
Se observaron carros bombas de Ciudad del Este, Hernandarias, Juan León Mallorquín, Colonias Unidas, Encarnación, Itauguá, Asunción, Salto del Guairá, Itaipú Binacional, Caaguazú, Aeropuerto Guaraní, Puerto Iguazú (Argentina) y Foz de Yguazú (Brasil).
Los féretros fueron llevados primeramente hasta la parroquia Don Bosco, donde a las 14:00 se realizó una misa de cuerpo presente y luego fueron trasladados hasta el cementerio municipal. Durante el trayecto se vieron escenas de dolor y llanto del camposanto, pero al llegar a la cruz mayor del camposanto donde fueron recibidos con aplausos y homenajeados con emotivos discursos de sus camaradas.
Ciriaco Riveros, padre de Arnaldo y único sobreviviente del luctuoso episodio, agradeció el gran acompañamiento que tuvieron.
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“No voy a hablar como bombero, sino como papá, y acá en compañía de familiares, amigos y camaradas y a todos los bomberos del país, digo muchas gracias”, dijo León, cuando de pronto perdió el habla. Sin embargo, un fuerte aplauso de los presentes le dio fuerza para seguir.
“Gracias hijo por tantas alegrías; sos mi ídolo, no me resta otra palabra que gracias, ahora estás en la casa del Señor”, dijo Ciriaco Riveros, cuando por segunda vez se quedó mudo, no aguantó y se desmayó.
Finalmente, Ronald y Arnaldo fueron sepultados en sus respectivos panteones, con el acompañamiento de un fervoroso aplauso de parte de los presentes.
Saturnino González Ortega, la tercera víctima fatal de la tragedia, fue enterrado en la tarde de ayer en el cementerio de la compañía Yukyry de Luque.