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El colono agregó que la situación es muy preocupante para la población, los ganaderos y para todos los usuarios de la zona, porque no hay ningún control de tránsito pesado durante los días de lluvia, lo que ocasiona la destrucción del nuevo terraplén, que se encuentra en plena etapa de ejecución. Además, después de las lluvias el consorcio demora mucho en la refacción y todo esto hace que el tramo sea intransitable por un buen rato.
Actualmente, motoniveladoras de la cooperativa Neuland ya trabajaron en 10 ocasiones, después de las lluvias y por su propia cuenta, para poner nuevamente en condiciones el nuevo terraplén y posibilitar de esta manera el transporte de la cosecha y ganado.
El tramo Neuland-Pozo Hondo, de 288 kilómetros de extensión, figura como obra número cinco en el programa bioceánico, con un costo de G. 27.500 millones. Las obras empezaron en julio de 2004 y las mejoras prevén la construcción del terraplén en las zonas céntricas y obras de arte correspondientes. Llamativamente, es la segunda vez, en pocos años, que el Ministerio de Obras Públicas encomienda trabajos en este tramo, solo a nivel de terraplén y sin organizar algún mantenimiento, que es vital para cualquier camino chaqueño.