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JUAN LEÓN MALLORQUÍN (Sara Fleitas, corresponsal). Representantes de comisiones y plazas dijeron que han dejado de trabajar por el mejoramiento en sus respectivos barrios, ya que no reciben los beneficios para las mejoras, pese a los reiterados pedidos a la municipalidad local.
Las plazas están totalmente abandonadas, algunas ni siquiera cuentan con basureros y bancos en buen estado. La comuna mallorquina solo se encarga de la limpieza, y no realiza mejoras en infraestructura, ya sea en los parquecitos, que se caen a pedazos y los camineros necesitan de urgente reparación.
Las calles del casco urbano continúan en mal estado, pese a que la comuna adquirió recientemente una motoniveladora. Las calles empeoran con cada lluvia y se vuelven intransitables.
En la misma situación se encuentran los caminos transversales de las zonas rurales, que desde hace años no se reparan.
Además de estar en malas condiciones, las arterias están llenas de animales sueltos, principalmente vacas y caballos, lo que constituye un peligro para los transeúntes.
A este panorama se suma una gran cantidad de lomadas construidas y sin señalización (alrededor de 20 lomos de burro), en diferentes calles de la ciudad, lo que pone en peligro la vida de los automovilistas, principalmente los motociclistas que son lanzados al atravesarlos.
Usurpan veredas
Muchos comerciantes realizan ampliaciones de sus locales, con la construcción de pabellones en las veredas, pese a que existe una ordenanza municipal Nº 21/2009 que prohíbe la utilización de aceras como propiedad privada y garantiza su uso exclusivo por los peatones. Todo esto ocurre ante la impasible mirada de las autoridades.
Hasta pista de carreras a pie construyen los pobladores, y en plena calle. Mientras que el jefe comunal y los ediles se cruzan de brazos.
Quisimos escuchar la versión del intendente Mario Noguera (PLRA), pero su celular daba como apagado.